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La Fundación «la Caixa» refuerza su compromiso contra la pobreza con el proyecto «Sonríe al futuro» en Alicante

La iniciativa de INPAVI acompaña a 40 familias en situación de vulnerabilidad con apoyo educativo, orientación laboral y actividades que promueven la inclusión social

INPAVI ofrece atención integral a familias e infancia en situación de vulnerabilidad social.

INPAVI ofrece atención integral a familias e infancia en situación de vulnerabilidad social.

Miriam Vázquez

Miriam Vázquez

En el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, el mundo recuerda que la desigualdad sigue siendo una herida abierta. Millones de familias viven aún atrapadas en un ciclo de precariedad y exclusión que no solo limita sus recursos materiales, sino también sus oportunidades y su esperanza. En la lucha contra esta realidad la Fundación «la Caixa» impulsa, a través de sus programas y convocatorias de acción social, proyectos destinados a reducir la pobreza y promover la inclusión desde una mirada integral.

En Alicante, uno de esos proyectos está cambiando vidas. La entidad Integración para la Vida (INPAVI) desarrolla «SONRÍE al futuro», una iniciativa centrada en ofrecer atención integral a familias e infancia en situación de vulnerabilidad social. Su objetivo es claro: romper el círculo de la pobreza empoderando a las personas y devolviéndoles las herramientas necesarias para construir un futuro mejor.

Una transformación integral

INPAVI lleva dos décadas enfrentando esa situación desde un enfoque que combina atención material, apoyo emocional, mentoría y acompañamiento educativo.

El proyecto SONRÍE al futuro, que cuenta con el impulso de la Fundación «la Caixa», trabaja actualmente con 40 familias —unas 100 personas, entre ellas 40 menores— que viven en contextos de riesgo o exclusión. La mayoría afrontan no solo dificultades económicas, sino también carencias sociales que perpetúan la vulnerabilidad. «Muchas enfrentan problemas de vivienda inadecuada o precaria, y en algunos casos, situaciones de violencia, adicciones o desintegración familiar», explican desde INPAVI.

Por eso, la intervención no se limita a repartir alimentos o ayudas puntuales: se trata de construir procesos de cambio reales y sostenibles. «Queremos ser un puente entre quienes necesitan ayuda y quienes quieren ayudar», destacan desde la asociación. El respaldo de la Fundación «la Caixa» permite a entidades como INPAVI mantener y ampliar su alcance. «El apoyo recibido supone poder seguir dando respuesta a tantas personas en situación de pobreza y exclusión. Es un impulso que nos anima a continuar en la brecha por los que más lo necesitan», subrayan desde la entidad.

Este tipo de colaboración refleja una visión compartida: combatir la pobreza desde la raíz, no solo aliviando sus consecuencias inmediatas, sino promoviendo autonomía, educación y redes comunitarias. En un contexto donde la pobreza infantil sigue siendo uno de los grandes desafíos en España, iniciativas como esta cobran especial relevancia.

La historia de Angélica

Entre las muchas historias que reflejan el impacto del programa, destaca la de Angélica, una niña que llegó junto a su familia en un momento de gran vulnerabilidad. Sin recursos suficientes y con pocas expectativas, su realidad cambió gracias a la atención integral del proyecto.

A través del programa SONRÍE, sus padres recibieron orientación laboral y apoyo social que mejoró su empleabilidad y estabilidad familiar. Para Angélica, la transformación fue personal. «Abordamos la situación de la familia desde una perspectiva integral. Además, Angélica en nuestras clases de música, descubrió su talento innato y su profunda pasión por el piano, un camino que ha enriquecido su desarrollo personal. Hoy, es una niña que destaca notablemente en sus estudios, demostrando un compromiso y una capacidad que antes permanecían ocultos», comparten desde INPAVI.

El testimonio de Angélica recuerda el verdadero sentido del 17 de octubre: la erradicación de la pobreza no es solo una meta global, sino una suma de pequeñas transformaciones locales que cambian vidas. Y cada sonrisa que logra mantenerse frente a la adversidad es, sin duda, una victoria colectiva. n

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