Los puertos tienen un papel trascendental en el comercio internacional por su influencia en la cadena de transporte al ser nodos de transferencia modal y tener una función de plataformas logísticas. Por los puertos españoles pasan cerca del 60% de las exportaciones y el 85% de las importaciones, lo que representa el 53% del comercio exterior español con la Unión Europea y el 96% con terceros países, según los datos del ente público Puertos del Estado, dependiente del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana de España.

La importancia cada vez mayor de estas infraestructuras no solo tiene un impacto en la economía. La exigencia de crecer y contar con nuevos equipamientos que permitan asumir un tráfico marítimo cada vez mayor, ya sea de personas o de mercancías, influye en la relación de los puertos con la vida en las ciudades donde están situados.

De la relación del Puerto de Alicante con la capital de la provincia habló el director de la Autoridad Portuaria de Alicante, Carlos Eleno, quien repasó los últimos 80 años de esta infraestructura y anunció los nuevos proyectos que tiene en marcha para hacerlo más urbano y amable.

Relación puerto-ciudad

El Puerto de Alicante, como el resto de este tipo de infraestructuras en España, ha vivido a lo largo de su historia diferentes etapas. En una primera fase inicial, cuando el transporte marítimo depende sobre todo de la fuerza humana, el puerto y la ciudad aparecen unidos. Los desarrollos urbanos participan en los portuarios. En una segunda fase se produce un crecimiento y un distanciamiento de ambas realidades, provocados por el incremento de medios de transporte terrestre y marítimo, que requieren la adaptación de los puertos y de su entorno, con nuevos accesos viarios y apareciendo las primeras problemáticas ambientales de la actividad portuaria industrial.

Esta época de crecimiento también la vivió el Puerto de Alicante. Eleno recordó algunos de los proyectos más importantes de la infraestructura como la aprobación en 1924 de una dársena exterior con la construcción de un dique de 1.000 metros de longitud y 60 metros de ancho. El muelle se prolongó hacia el oeste desde el año 1934.

En la década de los años 50 se proyectó la prolongación del nuevo muelle exterior para proteger las nuevas instalaciones pesqueras construidas en el año 1948 en la zona de Poniente, donde se instalaban las industrias más importantes de la ciudad (productos químicos, gas, hielo, fundiciones, hilaturas, etc.), trasladándose también en esa fecha del muelle 14 al muelle 11 las conducciones para la descarga de combustibles líquidos (gasolinas, fuel-oil...), abandonando CAMPSA los depósitos bajo tierra ubicados en la Sierra de San Julián.

Alrededor de la década de los 70, sin embargo, ya se empieza a volver a incorporar parte del tejido portuario en la ciudad con la ejecución de algunos proyectos como el ensanche del muelle de costa nº 2 ganando terrenos al mar, construyendo un paseo, la calzada y aparcamiento.

El paso decisivo que toma el Puerto de Alicante de volver a armonizar el desarrollo de la actividad portuaria con los espacios urbanos de la ciudad tiene lugar en los 80 con la elaboración de «El Plan Especial del Puerto de Alicante», contemplando la ampliación del puerto hacia la zona de Poniente, manteniendo su potencial y futuro de actividad económica, y reservando la zona de Levante para un uso náutico-deportivo, con actividades recreativas y culturales, y tráfico de cruceros turísticos.

Según explicó el director de la Autoridad Portuaria de Alicante y a diferencia de otros puertos mediterráneos que tienen fachada industrial en la trasera, Alicante, desde el Meliá hasta el Barranco de las Ovejas, «tiene un desarrollo urbanístico del 100%». También destacó que el desmantelamiento de hidrocarburos y el acceso directo al puerto industrial por autovía «es una de las obras fundamentales» para el desarrollo de la actividad portuaria en la zona sur, lo que evitó la entrada de estos medios de transporte por la ciudad, algo que no era operativo. «Sin esto habría sido muy difícil tener el tráfico de mercancías que tenemos», apuntó.

Con la creación de los dos tipos de tráfico, mercancías y pasajeros, el Puerto ha llevado a cabo durante los últimos años diferentes iniciativas de integración y mejora ambiental como la creación de la barrera vegetal en la zona sur o la creación del Parque del Mar, junto con su prolongación, con el objetivo de «crear un cordón urbano en la parte sur, donde el puerto estaba más alejado de la ciudad».

Rehabilitar la zona de ocio *

Para finalizar, Carlos Eleno anunció el plan en el que está inmerso la Autoridad Portuaria para rehabilitar la zona de ocio de la infraestructura, haciéndola más urbana y amable para los ciudadanos. El proyecto, explicó, contempla la unión de las dos dársenas interiores de Levante y Poniente, así como la renovación de diferentes muelles que ya están en marcha, y que permitirá la adaptación del paseo a una arquitectura más moderna. «Vamos a trabajar sobre ocho actuaciones y un esquema común para crear una plaza pública que pueda ser recorrida por todos los ciudadanos, gracias a lo que cualquier persona que esté en una dársena pueda acceder a la otra directamente», recalcó.

Así y con respecto a la unión de las dársenas, el director de la Autoridad Portuaria de Alicante señaló que la unión será posible gracias a Distrito Digital y sus actuaciones en el muelle 5 (Panoramis) para sus oficinas. «La conexión, normalmente hubiera sido por un puente, pero esa solución crearía muchos problemas desde el punto de vista del tráfico marítimo que tenemos en el interior y de las necesidades de su explotación», aclaró.

Este es el motivo por el que se ha optado por la construcción de una isla entre las dos dársenas, «probablemente coronada por un restaurante o una cafetería», y que la unión entre las dos transversales (dársenas) y esa isla se hará con «una especie de transbordador que irá en línea recta y parará en la cafetería.

Sobre los trabajos en el paseo marítimo, entre las Escalerillas de la Reina y el surtidor para suministrar gasóleo a las embarcaciones deportivas al final del muelle 8 (Marina de Levante), anunció que contemplan la construcción de una pasarela de madera «a ras de mar», la construcción de una plataforma-mirador con vistas al Castillo de Santa Bárbara, así como cambiar el pavimento, eliminación de las gradas que dan a los muelles o la sustitución de la madera de la plaza. También se ha comenzado a trabajar en los muelles de costa 1 y 2 (paseo que conecta el Real Club de Regatas con la Plaza del Puerto y el muelle 4) en esta misma línea.

Estas actuaciones forman parte de la fase que viven hoy en día los puertos de acercamiento e integración con la ciudad, motivo por el que Eleno abogó por trabajar en todo el frente en colaboración con la administración local.

(*) Más información en las ediciones de INFORMACIÓN del martes, 31 de noviembre, y miércoles, 1 de diciembre.