En Onil estamos estableciendo una nueva estrategia de desarrollo velando intensamente por el proyecto de futuro de nuestro territorio; la prioridad actual del equipo de gobierno es el desarrollo sostenible como espacio de encuentro entre actividades industriales y entornos ambientales, optimizando la habitabilidad convivencial como confluencia entre la ecología y el bienestar.

Con este objetivo, durante los últimos meses se ha realizado un profundo análisis del territorio del municipio para obtener un dictamen sobre alternativas viables de suelo para actividades económicas en el municipio y igualmente se ha desarrollado el Plan de Movilidad Urbano sostenible. Partimos de que pretendemos seguir haciendo crecer nuestra industria. Entendemos que en un lugar donde el motor principal ha sido y es la industria debe de existir incluso un exceso de suelo industrial, para que la ampliación o creación de nuevas empresas no sea un problema. Este suelo industrial es necesario que sea de calidad acorde a las necesidades futuras.

Onil necesita suelo industrial para poder aprovechar las oportunidades que se presentan, para que sus empresas puedan crecer, otras puedan venir y continuar aportando riqueza a la localidad. Hemos considerado la trayectoria, el contexto y las bases del nuevo escenario y hemos partido de la idea de que la construcción urbana es el fruto de procesos en tres dimensiones interconectadas: económica, socio-residencial y ecológica. El cruce de estos procesos y su plasmación espacial generará el modelo abierto y evolutivo para Onil.

El estudio se ha realizado desde la Universidad Politécnica de Valencia y ha sido dirigido y redactado por Enrique Giménez Baldrés, Dr. Arquitecto, donde han colaborado otros expertos en la materia de gran prestigio profesional. Abarca tanto la valoración de las alternativas para los suelos destinados a actividades industriales ya consolidados o sujetos a un proceso de renovación urbana, como al estudio de las repercusiones sobre elementos estructurales del conjunto urbano, incluyendo las funciones terciarias y los equipamientos. El futuro de la movilidad pasa por un ajuste muy fino en el que primen los criterios de salud, seguridad y sostenibilidad. La dinámica de transformaciones que ha construido el territorio de Onil hasta hoy culmina en una situación que ha sido el punto de partida del estudio.

El suelo para actividades económicas debe tener la máxima prioridad porque es el que hace posible todo lo demás y por ello hay que, consecuentemente, dedicarle el máximo esfuerzo en el menor tiempo posible. Hemos buscado las alternativas más innovadoras e interesantes considerando el municipalismo como proyecto y praxis transformadora, de empoderamiento social y reconexión de las instituciones al bien común. Este es el punto de inflexión del éxito social y económico futuro de Onil.

En las conclusiones del estudio se plantean de forma innovadora relaciones transversales entre los suelos urbanos pretendiendo la integración paisajística de las trasformaciones propuestas. Para ello es crucial el aprovechamiento de las condiciones topográficas del término. El urbanismo que aplicamos queremos que se convierta en una arma poderosa para el progreso general económico y social. Apoyaremos el crecimiento de la actividad productiva pero siendo capaces, en paralelo y de forma consciente, de construir una oferta cuantitativa de mayor calidad para la residencia, muy atractiva, así como un entorno de cultura y ocio interesante para maximizar la calidad de vida en este lugar con su conocido entorno natural tan seductor.

Onil cuenta con proyectos maduros y transformadores preparados para ser ejecutados, nuestra cercanía, escucha y atención nos permite la transformación, pero se requiere para ello desde el concepto de municipalismo replantear las competencias municipales y la financiación. Hay mucho camino que recorrer, pero empieza ya a esbozar un pueblo con vocación de hacer frente a los retos de la era urbana. El nuevo municipalismo erige la apuesta por tejidos industriales y comerciales articulados, conectados a la resolución de necesidades y generadores de sociabilidad. Los ayuntamientos necesitamos que nuestras competencias, tanto las actuales como las futuras, vayan acompañadas de recursos para su desempeño. El proyecto de futuro de Onil se realizará desde la cercanía, la escucha de demandas ciudadanas y la capacidad de prestación de servicio.

Onil tiene unas necesidades inapelables e inmediatas que deben ser satisfechas pensando en que la economía es una prioridad. El esfuerzo realizado en el estudio y dictamen puede permitir la discusión de todas las cuestiones planteadas con la seguridad de que al menos las consecuencias y derivadas de las alternativas han sido previstas. Este esfuerzo respalda que nuestras iniciativas puedan ayudar a solucionar problemas de mayor escala sin inferir en la consecución de un pueblo bien preparado para el futuro que le espera. El futuro de la industria pasa también por tener la capacidad de ser lo más autosuficientes posible a nivel energético. En este sentido es la industria la que se va a convertir en un elemento básico de equilibrio territorial en Onil.