Filosofía

Esta Semana Santa, a pesar de los escándalos de la Iglesia católica, las personas más devotas han vuelto a cargar a hombros su fe, exhibiéndola por pueblos y ciudades españolas, para rendir culto a un dios del que se predica su infinita bondad. Otras hemos preferido reflexionar sobre la fe religiosa leyendo a Christopher Hitchens (1949, Reino Unido). Autor de obras como Dios no existe: antología de textos a favor del ateísmo (Debate, 2009) y Amor, pobreza y guerra (Debate, 2010), afirma desconfiar "de todo aquello que contradiga a la ciencia o atente contra la razón".

El polémico periodista ha viajado por medio mundo, y ha sido testigo de "la crueldad inspirada por la religión". En su incendiario libro Dios no es bueno relata esas barbaries, asentadas en unos preceptos, nos dice, tanto amorales cuanto inmorales. A lo largo de diecinueve capítulos, que pueden leerse de manera independiente, cuestiona los fundamentos religiosos; critica libros sagrados repletos de contradicciones y falsedades; considera la religión como una amenaza para la salud pública; le reprocha su complicidad con la esclavitud, el genocidio, el racismo, la tiranía, el fascismoÉ

Tal vez le falte profundidad y cohesión en las reflexiones; quizá no estemos ante una obra bien estructurada, pero nos sirve para constatar que la religión es una invención humana basada en ilusiones que subsiste a base de mentiras, represiones, miedos, culpas. En el capítulo diecisiete -recordemos que la primera edición en castellano es del año 2008- señala lo siguiente: "estamos hablando de la violación y tortura sistemática de niños, asistidos e inducidos por una jerarquía que deliberadamente trasladó a los agresores más flagrantes a parroquias en las que pudieran sentirse más seguros. Dado lo que ha salido a la luz en época reciente en ciudades modernas, no podemos sino estremecernos al pensar lo que sucedería en los siglos en los que la Iglesia quedaba al margen de toda crítica". ¿Les suena?

Según Hitchens, es necesario dejar atrás la prehistoria y combatir la religión, huir de sus garras: la visión que nos ofrece del mundo es errónea; además, es "causa y consecuencia al mismo tiempo de una peligrosa represión sexual", y excluye la investigación científica, la duda racional, la libertad de pensamiento.