Con influencia de cantantes del circuito de la música hispanolatina como Arnau Griso, Mr. Kilombo o Jorge Drexler, la frescura del sonido pop de Sunvalley, que nació de forma espontánea subiendo covers a YouTube, se consolida.

105.807 oyentes mensuales y más de 2 millones de escuchas en sus canciones en Spotify confirman que su música fresca y letras al desnudo han calado. A pesar de que han publicado este mes de noviembre un nuevo sencillo - el octavo por el momento en escasos meses-, el alicantino Nacho Follana, prudente y humilde, sigue viendo en sus estudios su prioridad, a la par que reconoce no poder parar de escribir «lo que me sale de dentro».

Este mes han actuado en «plazas» tan diferentes como en los directos organizados por Copacabana a la luz del día o teloneando a Guitarricadelafuente en la Sala The One en San Vicente del Raspeig. Unos conciertos que los integrantes de Sunvalley Nacho Follana -letras, guitarra y voz- y Jaime Sánchez -cajón-, de 22 y 21 años respectivamente-, no podían imaginar hace un año cuando empezaron a tocar en el Colegio Mayor en el que residen en Madrid. Puede que se trate de un Golpe de suerte, como reza uno de sus primeros sencillos, pero por el ritmo al que producen y la respuesta en sus directos, a buen seguro se cumplirán los plazos que manejan: lanzar su primer álbum antes de verano de 2020.

Amor, desamor y Alifornia

AliforniaAunque había tenido siempre la música en casa acompañando a su padre a sus conciertos e incluso tuvo algún acercamiento como Dj con solo 15 años, fue al regresar Nacho Follana de una etapa un poco gris en EE UU cuando se puso a tocar la guitarra. Y vio la luz. Encontró, según cuenta, «una forma de liberarme».

Hace ahora aproximadamente unos 2 años de esto. En la actualidad, está estudiando Odontología en Madrid. Y lo que era un hobbie se ha convertido de manera casi fortuita en una ocupación que va escalando. Al mismo tiempo que las reproducciones en Spotify de sus sencillos, las vistas a los videoclips subidos a su canal de YouTube o sus seguidores en Instagram, la principal red social que cuida y actualiza personalmente.

Echando la vista atrás, fue en YouTube tocando covers y sobretodo al escribir una canción - 5 de la tarde- y empezar a cantarla junto con su amiga del colegio que está también en Madrid, grabarla en un estudio y sacarla sin intenciones de nada para escucharla ellos y sus amigos en el coche. Esto fue en 8 de julio de 2018. Y ahí se produce el fenómeno.

La canción estrella de Sunvalley que nos lleva «de camino a Calpe» a «juntar mi toalla a la de ella, invitarle a un heladito con canela...» y «sentirnos vivos otra vez» cuenta con una pegadiza letra y con sonidos evocadores que nos trasladan a días estivales mediterráneos.

Ahora Sunvalley están en todas las plataformas digitales y sus bolos tanto en la provincia como en Madrid les comienzan a situar en el circuito pop independiente. Seguiremos celebrando esta suerte de canciones de corte pop inspiradas en, según nos cuenta Nacho, el «amor, desamor y mi tierra, que es lo que más quiero». Y que así se puede constatar, por ejemplo, en el tema Alifornia Aliforniacon referencias a la Cala Cantalar y al «efecto sedante» del mar.

La suerte del principiante o del autodidacta de Sunvalley pasó. Se consolida como un talento en la escena pop que brilla por su sensibilidad y naturalidad a la hora de impregnar sus letras de verdad y, como avanza su nuevo y vitalista sencillo Ojalá lanzado el 15 de noviembre: «quedan muchos momentos por vivir y muchos sentimientos por contar». A seguir, como apunta el cantante alicantino, con «actitud positiva». Con sus pequeños «ojalás».