Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

David Lynch, un mono y la ceremonia de los Goya

David Lynch, un mono y la ceremonia de los Goya

Durante la tarde del sábado, 25 de enero, todavía pasaba por los cielos la cola de la borrasca Gloria que había traído el crudo invierno al Levante feliz. Así que, entre nubarrones, lluvia, conatos de aguanieve o de granizo, era una tarde propicia para sentase frente al televisor a verlas venir poniendo un cirio a Santa Bárbara. La programación prometía pasar un buen rato para quienes no hacemos asco al fútbol y amamos el cine. Como colofón se anunciaba, para el inicio de la noche, la ceremonia de entrega de los Premios Goya, siempre tan adecuada para sacar al crítico exigente y despiadado que todos llevamos dentro. Cuando a las 16 horas dio comienzo el Valencia- Barcelona, no presentía que la jornada vesperal me iba a proporcionar más risas que la siempre eficaz escena del camarote de los hermanos Marx en Una noche en la ópera. Todo comenzó con la victoria de los valencianos -no hace falta decir que uno es madridista- y la puesta en cuestión del fútbol de «parabrisas» que vuelven a practicar los «culés».

Un par de horas después llegó, sin embargo, lo inesperado, el motivo de mi jolgorio. Haciendo zapping dí, en Netfli, con el estreno inédito de un cortometraje increíble: What Did Jack Do?, una pieza de diecisiete minutos de duración escrita, dirigida, editada y protagonizada por David Lynch que, además, añadía la composición de una canción para rematar la cinta. ¿David Lynch incitando a la risa, se preguntarán ustedes? Si señor. A media ceremonia de los Goya, cuando ya no soportaba el aburrimiento de un espectáculo que no acaba de coger jamás el ritmo adecuado para conceder tanto premio, cuando los chistes de los presentadores eran tan graciosos como una plática eclesial en Jueves Santo y, ni lo más emocionante, las tres chicas de Pepa Flores recogían el galardón en homenaje a su santa madre, solo el recuerdo del cortometraje de Lynch me provocaba una risa nerviosa y continua que se superponía a cuanto estaba viendo en la pantalla. Así que corté con la ceremonia y regresé a Netflix para acabar bien la noche.

¿Qué demonios es What Did Jack Do?. Una maldita broma que va directa a la esencia más pura del cine negro de los años cuarenta: a esos diálogos que, como cuchilladas, dibujaban a los personajes inspirados en las novelas más duras de la época. Solo que aquí, esos diálogos, están protagonizados por Lynch -haciendo las veces de interrogador- y por un mono ataviado de gánster. Un mono de raza capuchino, increíble en su gesticulación y que, por los efectos especiales, habla como Bogart o E. G. Robinson, ofreciendo una gama de registros faciales capaces de conmover, hacernos reír o llevarnos al drama más profundo.

Filmada en blanco y negro, plano contra plano, Lynch y el mono Jack se enfrentan a un dialogo absurdo, plagado de los tics propios de la jerga barriobajera, supuestamente ingeniosos, para contar una historia pasional en la que el mono es sospechoso de haber asesinado al amante de su novia, Toototaban, que resulta ser una gallina. O un pollo, porque no se aclara mucho el asunto. Tan solo, como le dice el mono Jack a Lynch: «No sabes lo que era meter mano entre sus plumas y palpar aquellas pechugas carnosas». Y lo único cierto es que este disparate argumental funciona como parodia, anatomía o crítica del noir y resulta muy, pero que muy difícil, aguantar la risa cuando no la carcajada.

Resumiendo, el surrealista y tremendo Lynch, el amo de los misterios del cerebro y de la vida iluminada por neones, nos demuestra en este corto de 2016, que es muy capaz de convertirse en un émulo de Groucho Marx. Así que los organizadores de la próxima entrega de los Goya, ya saben a quién deben recurrir para montar el espectáculo del año que viene. Si desean copiar a los americanos en este tipo de festejos, que los copien, de una vez por todas, como dios manda. Ahí tienen a David Lynch para echarles una mano y al mono Jack para entregar algún que otro galardón.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats