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De museu

Antoni Miró en el MUA

Dos imágenes de laexposición de Antoni Miró De museu instalada en el MUA.

Nos conocimos en el año 67, creo recordar, cuando Toni Miró vino a Alicante por la insistencia de Sento Masiá, nuestro amigo en común, con el que formaba parte del Grupo Alcoiarts junto a Mataix, quería que viera algunos de los cuadros que estaba realizando en aquella época. A Sento le interesaba mi obra y se la quería mostrar a Toni, y ese fue el motivo de nuestro primer contacto, dando lugar a otros muchos en exposiciones en Alcoy o en las visitas al Sopalmo, su casa estudio, donde Toni nos muestra una extensa obra en escultura y pintura. Una relación que a día de hoy continúa con sus normales ausencias y presencias.

Escribo estas líneas con motivo de la exposición de Toni en el MUA, con la idea de acercar más, si se puede, su obra al público. He de decir que, ante todo, Toni Miró ha buscado establecer una coherencia entre sus ideas sobre el arte, lo social y la política, así lo refleja en todas las series que con el tiempo ha ido realizando.

Pero revisemos su trayectoria, sus motivaciones, su contexto. A finales de los años sesenta en España, el debate del arte se centraba en la distinción entre la abstracción, entre otros diferentes aspectos formales y conceptuales del arte, y una vertiente más política alentada en nuestra zona por el crítico valenciano Aguilera Cerni y, en Alicante en concreto, por su amigo y también crítico de arte, Ernesto Contreras. Ambos compartían y difundían una crítica que estaba basada en las ideas desarrolladas por un gran pensador como Gulio Carlo Argán, alcalde de Roma, pero también historiador, filósofo y teórico del arte. Una figura muy potente en la escena del arte y de la política que ejerció una influencia considerable en estos dos críticos españoles. Su praxis principal era la patente función social del arte.

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Aguilera Cerni propició, mediante su influencia, la aparición de dos de los grupos artísticos más famosos en aquel momento: el Grupo Realidad y el Grupo Crónica, con una pintura que, basada en el pop, desarrollaba todo un campo de experimentación plástica y el análisis sobre aspectos sociales y la situación política en España. Una pintura que planteaba, principalmente, el cuestionamiento de la situación que se vivía en la España de la dictadura. Esto ocurría en Valencia, mientras en Alicante, Ernesto Contreras propiciaba la aparición de dos grandes grupos: Alcoiarts, al que pertenecía Toni Miró, y el Grup D´Elx, encabezado por Sixto Marco.

Giulio Carlo Argán fue profesor de arte en distintas Universidades italianas y escritor de textos fundamentales sobre el Renacimiento y el arte contemporáneo. Pertenecía al partido comunista italiano, alcalde de Roma entre los años 1976 y 1979, coincide con el Papa Juan XXIII, del que fue íntimo amigo. Una amistad que dará lugar al encargo de las nuevas puertas del Vaticano al también comunista y escultor Giacomo Manzú. Argán proponía el encuentro entre el crítico y el artista en una comunión de intereses que pondría a los artistas en la dirección de la crítica social que el crítico planteaba. De esa comunión surgieron artistas que cumplían con el momento histórico italiano, pero la influencia más notable fue en el ámbito español, dadas las circunstancias de falta de democracia y libertades fundamentales. Miró, imbuido por esta filosofía del arte, creó series donde se ponía en cuestión la prepotencia de los Estados Unidos: La Fam, el L´Home, América negra, El dólar. Pero en su iconografía aparece también el tema de la sexualidad y el erotismo con Nues, en una crítica hacia las actitudes retrogradas en la educación y en lo social que le valió el aprecio de una parte de la sociedad artística, ante la denuncia de Miró a las convenciones de una sociedad retrógrada.

En los sesenta, nos reuníamos en su estudio de Alcoy, situado cerca del cementerio, estimulados por Ernesto Contreras que nos informaba de los relevantes acontecimientos que protagonizaban el arte europeo y mundial, a diferencia de lo que ocurría en España. Toni también era uno de los más iconoclastas a la hora de pintar, trabajaba con materiales industriales, diferentes soportes, porespán, acero, pinturas industriales con aerógrafo, dando como resultado otras texturas plásticas diferentes a las tradicionales del óleo, la acuarela o los acrílicos.

Los artistas más jóvenes coincidimos con la selección de nuestras obras en algunas de las muestras provinciales más destacables, como la del Castillo, promovida por Diputación y el Instituto de Estudios Alicantinos del año 1969, o en la 1ª Convocatoria de Artes Plásticas, en 1975, también organizada por la Diputación Provincial de Alicante. Toni y yo fuimos premiados, yo en escultura y Miró en pintura con una obra rompedora: Nues de dolors, una secuencia de desnudos femeninos en interacción erótica. La adjudicación de estos premios a dos jóvenes artistas, con obras que contrastaban por su radicalidad, suponía un cambio de actitud por parte del jurado, se imponía un cambio de rumbo en la sociedad, y se miraba a la juventud y al arte contemporáneo, alejado de la tradición plástica del momento. El dictador Franco moría el mismo año de esta exposición.

Miró ha seguido con sus referencias e iconos: el sexo, la política, la industria, los museos, el independentismo, el mundo industrial y, sobre todo, el homenaje a los personajes del mundo alcoyano y de la catalanidad como Ovidi Monllor, Joan Fuster, Joan Valls, Ausias March, Isabel Clara-Simó, Salvador Espriu, Estellés....

En la actual exposición en el Museo de la Universidad, MUA, nos muestra 200 obras realizadas desde 2012 a la actualidad, agrupadas en varias series: Nus i nues, Suite Havana, Costeres i ponts, Personatges y Mani-festa. Nus i nues, la serie más importante en número, 140 desnudos en diversas posiciones, muestra el cuerpo femenino en su condición de icono sexual. Al mismo tiempo, con la serie Personatges propone un gran mural compuesto por los rostros que son su análisis en imágenes de los nombres que han impulsado su ideario político y social. Nombres de la catalanidad, poetas, artistas, literatos, vinculados con la palabra en valenciano.

El contexto social, las desigualdades, la in-solidaridad, son motivos constantes y claves en su obra, como el fruto de toda una trayectoria que, como decía Clara-Simó, convertían a Miró en un «artista incómodo» por su continuo enfrentamiento con la realidad. En su trabajo, en su finca del Sopalmo, el artista recrea continuamente sus visiones de la sociedad y el arte y su ideario con el que es fiel a sí mismo, siempre alrededor de la expresión de la pintura, elemento o material fundamental de su actividad artística, que inició en los años sesenta con el deseo de reflejar unas circunstancias políticas y sociales que no le parecían las adecuadas, y que, todavía, sigue analizando cada día en su estudio.

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