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El viaje es la propia vida

Mª Engracia Sigüenza Pacheco.

El viaje como metáfora de la vida ha sido utilizado constantemente en la literatura desde Homero a Conrad. Le sirve el camino, el tránsito al poeta para poder conversar consigo mismo y con el entorno, de los fantasmas que le acompañan. Esta poética resultaría obvia, si los poemas fueran simples estampas del acontecer de la autora, pero no, su realidad es más rica en matices, en reflexiones y símbolos.

Huellas en el paraíso, de Mª Engracia Sigüenza Pacheco, es el viaje en sí mismo. Un poemario donde el desplazamiento es la excusa para asomarse a otras cuestiones que preocupan a la autora: ¿Dónde guardar tanta belleza/Lo mejor está por llegar,/le repito al corazón/y con el alma desolada/me despido de los que se van./Es el milagro de la humanidad. En este poemario no habla la autora del viaje, en el sentido lúdico del término, sino que ahonda aún más. Son sus propias pulsiones en la travesía, que le van arrastrando hacia el lugar que sueña: Expulsados del paraíso acuático del útero,/iniciamos el viaje de la vida./La naturaleza nos lleva en sus brazos,/mientras caminamos hacia el vientre de la/tierra fundiendo nuestras huellas con las/huellas del mundo.

Para esta poeta es más importante el camino que el destino, es decir, para ella el tránsito es realmente lo que busca como habla en su poema Fronteras: Multitud de seres nacen,/crecen y mueren cada día./Forman parte de la tierra,/son árbol y semilla./Viven juntos,/Y florecen y maduran/unidos por un hálito insondable./Pero están solos,/solos en el infinito país del Universo. Existe algo de magia en la poética de Sigüenza Pacheco, como si todo lo milagroso se condensara en lo que visualiza en sus viajes. La vida se muestra ante sus ojos como un prodigio que solo ella aprecia.

El viaje es la propia vida

El viaje es la propia vida

Huellas en el paraíso es un canto casi elegiaco al paso del tiempo. En su poesía María Engracia nos hace partícipes de su recuerdo, como si nos enseñara postales o diapositivas de sus viajes pero abriendo su alma en canal. Su poética nos hace reflexionar sobre el paso del tiempo y como nuestro propio viaje, el de la vida, nos afectan en diferentes aspectos. La poética de Sigüenza Pacheco es un canto a lo que es y a lo que fue. Presente y futuro se dan la mano a la hora de afrontar el poema. Huellas en el paraíso es la constatación de una poeta que ha vivido mucho y nos lo muestra sin miedos. Ella no teme a la herida, a la erosión, al sedimento que pudo dejar la experiencia, es más se vanagloria de la vivencia. Porque la vida no es más que eso, una serie de vicisitudes que dejan huella y construye las personas que somos. Somos realmente el destino de nuestras propias experiencias, que nos moldean como nosotros a la nieve hasta convertirla en muñeco o cómo Dios moldeó al hombre para situarlo en el paraíso, porque es el paraíso a lo que todos aspiramos y el lugar desde el que nos habla la autora.

Huellas en el paraíso, editado por la editorial asturiana Ars poetica en su colección Ars Nova, no es el primer poemario de la autora oriolana; tiene tras de sí una trayectoria destacable. Ha participado en diversas antologías, libros colectivos, exposiciones y montajes audiovisuales, y publicado artículos y poemas en diversas revistas y periódicos (Norte: revista de psiquiatría y salud mental, Empireuma, Cuadernos del matemático, Opticks magazine, Las afinidades electivas, Frutos del tiempo o minutocero.es. Tiene publicado anteriormente el poemario El fuego del mar, Celesta, 2018).

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