Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Arte y letras

Cuando David perdió a Sara

Cuando David perdió a Sara

Vértigo creativo para el cineasta Dani de la Orden (Élite). Su película Loco por ella triunfa en Netflix y debuta como novelista con Darse un tiempo (y otras mentiras), una comedia romántica que bebe del amor por el cine de su autor y en la que los diálogos tienen un papel fundamental para que avance la acción. Y la emoción. De la Orden explica que en sus películas no escribe los guiones «porque no se me da muy bien. Pero la novela permite mayor libertad, y me apetecía ese trabajo íntimo. Quitarme esa espinita. ­Pero tampoco ha sido un proceso tan diferente. Me ha ayudado mucho mi experiencia en el cine para trabajar las estructuras. He intentado que la novela tuviera el mismo ritmo que una película. La releí mucho para afilar los diálogos. Es un libro más dialogado que descriptivo. Quería que los personajes hablasen mucho entre ellos, sobre todo para el aspecto de comedia».

Le interesaba «abordar el amor tóxico. David, el protagonista, cree que es un romántico que no puede estar sin ver a su ex (Sara) cuando, en realidad, es un egoísta. Pretende darse un tiempo para demostrarse que no está enamorado realmente, hacer un ., pero todo desde esa toxicidad. Enamorado del amor, y contaminado por las comedias románticas de amores increíbles». Como Love actually, de la que De la Orden es devoto admirador: «Él busca la misma emoción. Y no la encuentra. Lo que no dicen esas películas es que casi nunca hay segundas partes porque lo que hay después de la primera gran aventura todo es aburrido. El amor puede sacar lo peor de nosotros, la parte más manipuladora». ¿Cambia el desamor con los tiempos? «Ahora, con tantos estímulos y tanta exposición, se quiere más ­hacia fuera que hacia dentro. Antes era más tabú dejarlo con ­alguien. Una ruptura estigmatizaba, era un fracaso; ahora es un cambio. No es cerrar una etapa para no verse nunca más. Entre los jóvenes de ahora se matiza más, ya no tiene que ser un final triste».

El cine no le ha salvado de nada «pero me ha permitido expulsar asuntos emocionales que he ido viviendo. Es bonito tener un medio como el cine o la literatura para exponer todo eso. Si supiera dibujar, haría cómics. En cine me gustaría cambiar de género, pero a la novela le tengo demasiado respeto como para meterme en sitios que se escapan de mi realidad. He visto mucho cine para entender los códigos del thriller, pero no he leído tanto como para meterme en un género que se escape de mi día a día. Así que seguiré con gente con problemas a la que podemos llegar a conocer y empatizar». David es un caso típico de prisionero del síndrome de Peter Pan: «Es extremadamente inseguro. Usa a la chica con la que está para que le vaya diciendo que vale la pena. Ni a él mismo le gustaría conocerse. Aprende que no se va a arreglar lo malo estando con alguien, no busques a quien te quiera por tus defectos para justificarlos. Acéptate, reconoce tus fallos, intenta cambiar los que puedas». Apaguen sus móviles. La novela va a empezar...

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats