Decir que Jack Kirby es uno de los pilares sobre los que Marvel cimentó su imperio y una de las figuras fundamentales del mundo cómic es a estas alturas una auténtica obviedad. A pesar de la enorme rentabilidad de sus creaciones más populares, que van desde el Capitán América a Los Cuatro Fantásticos, pasando por Iron Man, Hulk, Thor, Los Vengadores o los X-Men, el Rey de las viñetas nunca quiso vivir de las rentas y andaba constantemente ideando nuevos universos. Después de elaborar El Cuatro Mundo para DC, el tercer regreso de Kirby a La Casa de las Ideas trajo consigo en 1976 la serie de Los Eternos, un particular e imaginativo relato mitológico a partir de Los Celestiales, deidades cósmicas de poderes ilimitados y creadores de las tres razas que habitan el planeta Tierra: los humanos, los Eternos y los Desviantes.
Bajo el subtítulo de El día de los Dioses, el primero de los nueve volúmenes de la colección que ahora recupera Panini detalla los orígenes y conflictos de estos extraños y sorprendentes seres. La grandiosidad visual de Los Eternos, personajes que en pocas semanas protagonizarán la nueva entrega cinematográfica de Marvel, ofrece al lector una destacada perspectiva del inabarcable olimpo creativo de Jack The King Kirby.
