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Un matrimonio epistolar

Begoña Méndez y Nadal Suau reflexionan sobre su relación en una obra de pura literatura

Un matrimonio epistolar

Creo que hoy, en pleno siglo XXI, la sola acción del matrimonio es una idea revolucionaria. Nos cuesta a todos comprometernos, no hablo solo de fidelidad, hablo de asociación, grupo, camaradería… Vivimos en una sociedad excesivamente informatizada, estamos conectados todos con todos, las veinticuatro horas del día, pero no hay tanto calor humano. El matrimonio, por así decirlo, es todo lo contrario a esta digitalización de las relaciones. Es un compromiso carnal que une lo telúrico con lo espiritual, una unión que trasciende a lo físico, como un pacto sagrado, todo lo contrario a la rapidez de la era de internet y sus avances.

El matrimonio anarquista, de Begoña Méndez y Nadal Suau, publicado por la editorial Hurtado & Ortega, no es una recopilación de cartas sin más. El género epistolar es una excusa para armar una historia de amor a dos bandas, porque una relación de pareja es cosa de dos. Méndez y Nadal podían perfectamente haber escrito una novela a cuatro manos, pero han preferido la misiva, que es mucho más descarnada. Las cartas siempre han sido lugar para confesiones, muchos amores prohibidos se han narrado en cartas, por eso este libro contiene tanta verdad en sus párrafos. No estamos ante un libro cómodo, blanco, es más un volcán que va soltando toneladas sin parar. La escritura de Nadal Suau es amorosa, tierna. La de Begoña también lo es, pero, a su vez, zozobra, explota, pica como las medusas que describe él en un pasaje. He de reconocer que, para mí, Méndez ha sido un descubrimiento maravilloso. Su narración es descarnada a la par que delicada, una delicia cada una de sus cartas.

Este conjunto de textos no es un ensayo, pero tampoco una obra narrativa al uso, es realmente un río de conocimiento. Los dos autores muestran sus entrañas con la maestría de dos escritores que saben lo que tienen que contar y cómo deben hacerlo. El matrimonio anarquista, título un tanto paradójico, es una obra de pura ingeniería, como un puente que une dos puntos que encajan a la perfección. Dos tierras por las que discurre una falla a punto de estallar y crear terremotos.

Begoña Méndez (Palma, 1976) es filóloga y lingüista. Doblemente masterizada en artes y humanidades, es profesora y escribe en El Cultural y en Pliego Suelto. Ha publicado el libro de collages y escritura semiautomática Una flor sin pupila y la mujer de nieve (Sloper, 2019) y el ensayo sobre diarios íntimos de mujer Heridas abiertas (Wunderkammer, 2020).

Nadal Suau (Palma, 1980) es doctor en literatura, profesor y crítico literario en El Cultural. Ha publicado los ensayos Parapetos (Lleonard Muntaner, 2010), Temporada alta (Sloper, 2019) y José Carlos Llop. Una conversación (Editorial Elba, 2020, junto a Daniel Capó), además de la edición de El aire de los libros, de Cristóbal Serra (Fundación Santander, 2019).

Estamos ante una obra de una potencia descomunal. El matrimonio anarquista recorre casi todos los temas que todos alguna vez nos hemos planteado a la hora de recorrer un camino en pareja: sexo, deseo, maternidad, matrimonio, monogamia, familia, amor, celos, ternura, poliamor... Begoña Méndez y Nadal Suau transitan por todos los lugares sin grandilocuencias ni aspavientos, pero con un oficio y un gran sentido del proceso narrativo. Este matrimonio hace un tándem perfecto, no desentonan los textos, porque en cada uno de ellos está el alma diferenciada de cada uno. El matrimonio anarquista es más que una obra narrativa, es toda una declaración de intenciones o, tal vez, la crónica de una época y una forma de relacionarse. Podríamos decir que es un libro generacional, de culto, que traspasará el tiempo, sin envejecer. Una obra de pura literatura.

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