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¿En qué saco va el Arte Generativo?

¿En qué saco va el Arte Generativo? Nuria Menargues (GiCArt)

Hace unos meses, una mañana, en mi búsqueda de nuevas aplicaciones relacionadas con el arte y poder trastear de forma gratuita, fui a dar con el canal en YouTube del experto en IA -inteligencia artificial-, Carlos Santana Vega. Y ya de paso les comento que este hombre tiene un vídeo explicativo muy bueno sobre cómo funciona la cadena de bloques. En el vídeo aparecía Carlos muy contento porque se había dado un paso muy importante que permitía que personas que no sabían programar, la mayoría, pudieran utilizar una aplicación que generaba vídeo con solo añadir palabras, nada de ceros y unos.

Tecleé wombo.art, eché un vistazo por encima y como ya había visto varias veces el vídeo de Carlos, pasé a la práctica. Escribo en la celda correspondiente: rascacielos roca roja desierto. En la pantalla comienzan a aparecer formas extrañas que no tienen sentido, pero se mueven (para los que no somos expertos, el «se mueve» significa esperanza, haberlo hecho bien). Como esta labor va a tomar su tiempo, dejo trabajando el ordenador y sigo con otras cosas. Después de un par de horas y varias visitas al ordenador, aquello sigue generando imágenes que se van guardando para cuando estén todas finalizadas al darle al play aparezcan formando un vídeo. Cuantas más imágenes/frames tenga el vídeo, de mejor calidad será. Resumiendo, yo, que quería mucha calidad de imagen, pasando de lo que el experto Carlos Santana había aconsejado, le estaba pidiendo tal cosa al pobre ordenador que después de 12 horas ya no podía con su alma. Finalmente, cambié el rascacielos por un colorido paisaje de fantasía, dejando todos los parámetros tal como decía el experto. Oye, pues no me quedó nada mal ¿Me?

¿En qué saco va el Arte Generativo?

Algunos comienzan a considerarse integrantes del «Arte Generativo», el que se realiza en parte o totalmente por ordenador/algoritmo, por el hecho de usar herramientas tipo wombo.art, pero yo creo que no se puede meter en el mismo saco el trabajo del artista que ha trabajado un código, un algoritmo, de tal forma que da paso a un relato visual y el, la usuaria, como yo, que hace uso de una aplicación con cuyo desarrollo no ha tenido nada que ver. Tanto las imágenes generadas por el artista generativo, como mi vídeo hecho online, pueden ser subidos a la blockchain en forma de NFT o lo que es lo mismo, un contrato inteligente.

Les dejo dos imágenes como ejemplo de lo que acabo de comentar. Una pertenece a la artista Anna Carreras, Licenciada en Ingeniería de Telecomunicaciones. La otra pertenece al vídeo que me generó una aplicación desarrollada por otra persona. Juzguen ustedes ¿Las meterían en el mismo saco?

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