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NFT-BLOCKCHAIN-ARTE

Máquina vs. entidad humana

Máquina vs. entidad humana

Mucha confusión. Lo último llega de Estados Unidos donde las autoridades encargadas del tema de los derechos de autor, la U.S. Copyright Office, han dejado claro que cualquier obra realizada íntegramente por ordenador no puede ser amparada por la ley de derechos de autor ya que consideran que no hay detrás de este trabajo una entidad humana que pueda decir que es ella la que ha hecho ese trabajo ¿Dónde queda fijada la línea que define hasta dónde ha llegado la intervención humana en una obra de arte digital, aunque se haya utilizado un programa de inteligencia artificial? ¿Cuenta el hecho de que una o un artista generativo haya modificado los algoritmos para conseguir un efecto final al que solo se llega dejando trabajar al ordenador? ¿Y qué va a pasar con inversores que han puesto su dinero en NFTs cuyos diseños han sido creados por seres humanos a través de ordenador? Son preguntas que se han formulado en una conversación en Twitter (ver perfil de @katecrawford /29 de marzo/ tienen el documento completo con la exposición y alegaciones del artista ante la autoridad competente) después de que se supiera que esta obra que ven en la imagen había sido rechazada para otorgarle licencia de derechos de autor.

La semana pasada acompañando en este rincón aparecía la imagen de varios monos pertenenientes a la colección de NFTs, The Bored Ape Yatch Club, (El Club Naútico del Mono Aburrido). Partiendo de ciento setenta modelos de monos con aspecto aburrido, se consiguieron diez mil monos, todos diferentes, resultado de la combinación que llevó a cabo de forma automática un programa informático. Si tenemos en cuenta lo comentado anteriormente sobre el copyright, ¿qué parte de todos esos monos de aspecto aburrido quedaría protegida por los derechos de autor? Tengamos en cuenta que los modelos iniciales también fueron generados por ordenador.

Máquina vs. entidad humana

The Bored Ape Yatch Club vio la luz en abril del año pasado. Nada más salir, cada uno de estos avatares que tenía un precio de ciento noventa dólares, disparó su valor económico al ser adquiridos por estrellas de Hollywood, cantantes de rap y otros famosos. Tener un NFT de este tipo da ciertos privilegios ya que es también el carné que acredita la pertenencia a este club tan exclusivo. A día de hoy, el avatar más barato perteneciente a esta colección tiene un precio que ronda el cuarto de millón de dólares. Las cifras no dejan lugar a la confusión: aquí hay mucho dinero invertido como para no delimitar con claridad. Ésta es la segunda colección de NFTs más importante por volumen de ventas. Hablamos de mil millones de dólares. La primera es una colección llamada Cryptopunks, de la que les daré cuenta la semana que viene.

Esta semana se ha votado por parte de la Comisión Europea la regulación de los criptoactivos. Un borrador que ya fue aprobado y que hace especial hincapié en la recogida de datos por parte de las empresas que hacen de intermediarias para comprar y vender criptomonedas, NFTs o dar servicio de monederos / wallets, y recojan tanto los datos de los vendedores como de los compradores y hacer de este mercado un lugar libre de blanqueo de dinero. Esperemos que las autoridades europeas no importen la indefinición americana.

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