Oficio de funambulista

Todas las imágenes 
pertenecen 
a la serie
 Funambulista. Verdad o 
mentira (2022) de Pepe Calvo

Todas las imágenes pertenecen a la serie Funambulista. Verdad o mentira (2022) de Pepe Calvo / POR PEPE CALVO PhotoSoul

Pepe Calvo

☺ «Es fácil caer en la comedia o la tragedia, lo difícil es situarse en el filo de la navaja, en el alambre del funámbulo. La cuerda floja es un elemento muy exigente que pertenece a la imaginación que tiene que ser auténtica y te ha de transportar de aquí a allí de manera que resulte algo vivo

Oficio de	funambulista

Oficio de funambulista / POR PEPE CALVO PhotoSoul

e interesante»

Peter Brook

Oficio de	funambulista

Oficio de funambulista / POR PEPE CALVO PhotoSoul

En este nuevo articulo del PhotoSoul trataré una cuestión propia, pues voy a hablar de mí, quiero presentar mi nuevo trabajo con el que llevo enfrascado más de un año. De forma específica, lo siento como una necesidad objetiva, pues presiento que escribir sobre mi obra me va a ayudar a poner en orden las reflexiones que he realizado. Nunca me metí en un jardín tan frondoso y poderoso que recuerda más a un profundo bosque con tramos cubiertos por la oscuridad y otros donde la luz brillante atraviesa las ramas de los árboles para conducirnos a escenas de gran nitidez. Lo voy a narrar desde un punto de vista alejado, muy alejado, tanto que el trabajo no parezca que es de mi autoría, sino que es el resultado de la labor de otro artista, así, el lector únicamente deberá cambiar la primera persona por la tercera, por ejemplo: en la frase recurro más que nunca al apropiacionismo deberá leerse como el autor recurre más que nunca al apropiacionismo, etc. Es como un juego entre vosotros, lectores, y un servidor.

Oficio de	funambulista

Oficio de funambulista / POR PEPE CALVO PhotoSoul

En primer lugar, he de determinar que los mecanismos que he utilizado para hacer mi trabajo se han ido construyendo, a lo largo de mi trayectoria, lejos de academicismos.

Oficio de	funambulista

Oficio de funambulista / POR PEPE CALVO PhotoSoul

Adelante pues, vamos a introducirnos en una sinfonía atonal que discurre entre la bruma de un moderno palimpsesto convertido en imágenes surgidas de forma inesperada, manipuladas con un objetivo tendencioso; una telaraña cerebral, un paisaje humano narrado de forma elemental, presentado por medio de una serie de conflictos envenenados como fábulas amorales. En este proceso, el autor se ha sentido como un funambulista, con los ojos vendados, sobre su propio alambre teniendo bajo sus pies toda una corriente laberíntica de conceptos e ideas donde experimentar su audacia, alejado de la turbia humanidad de la cuota del miedo, como si se tratara de una extraña prueba de fuerza magnética, en un desconcertante bucle de ansiedad que significaría una maliciosa tortura expuesta ante miles de ojos que le juzgan y temen al mismo tiempo que aguardan su caída.

Oficio de	funambulista

Oficio de funambulista / POR PEPE CALVO PhotoSoul

Una aventura, una promesa

Proyecto experimental, arriesgado y complicado, es por tanto difícil de transmitir. La imagen fotográfica es una aventura. Es la promesa de configurar un relato a través de una poética conceptual e inspiradora. Un viaje introspectivo lleno de experiencias, lo vivido y lo imaginado, a través de imágenes inconexas que se suceden sin orden narrativo lógico. Imágenes para sentir, aunque no hagan pensar. Un espacio de ficción que podría existir en el mundo real. Parece que soy capaz de narrar todo cuanto he planeado, pero no me extrañaría dejar cabos sueltos.

Oficio de	funambulista

Oficio de funambulista / POR PEPE CALVO PhotoSoul

Al entrar en la sala y situarnos delante de la primera pieza vamos a asistir al desarrollo de una historia que reúne muchas tramas que pueden resultar impactantes e hipnóticas pero que también pueden parecer vanas, llenas de cierta vulgaridad disfrazada de la excelencia de un mensaje que nos conecte con algo universal. Toda una ruta que se convertirá en una prueba de habilidad debido al número de obstáculos que podrían contener un mensaje falsificado y errores de concepto.

Fui yo quien inició la secuencia, quien puso todos los acontecimientos en danza, pero en un momento determinado, el relato comienza a decidir por sí mismo. El desenlace no puede depender de mi.

La obra se compone de diferentes tramas que aparecen, de forma circular, como una extensa serpiente; según el espectador va avanzando a lo largo de la sala, puede llegar a estremecerse sintiendo que hay alguien cerca, clavando los ojos en su nuca. Las piezas están ancladas en un territorio de inquietud como también sobre la chispa de la socarronería en una atmósfera subjetiva de decadencia poética; el significado de su lectura podría ser fatal y lleno de locura como al mismo tiempo provocarnos la sonrisa para dignificar la imagen que tenemos a un palmo de nuestras narices y que nos puede conducir al estado de ansiedad de una pesadilla o simplemente noquearnos como un fenómeno meteorológico intenso o un lenguaje provocador de pulsiones desmedidas, mezclando lo real con la ocurrencia imaginada en sus múltiples formas absurdas y sublimes, entre las sombras de la ensoñación.

Es un experimento sobre como afrontar el lenguaje fotográfico, una reflexión sobre las formas de abordar una historia contada a través de imágenes con cientos de matices que provienen de otros relatos y que se funden dentro del mismo discurso, sin obviar las elipsis.

Beber de la misma fuente

Manejando ingredientes de una abrumadora experiencia desconcertante, de manera natural me dirijo por itinerarios reveladores de la simbología de mi obra anterior realizando una investigación impuesta por la trama, con caracteres propios, pues bebe de mi misma fuente, reflexionando sobre nuevos planteamientos y cualidades compositivas. Todo un registro de sentimientos e ideas.

Es este un trabajo en el que pueden existir errores y vacilaciones como si de una opera prima se tratara, en la que he trabajado con la inseguridad de un principiante no amateur. Quizá me han surgido problemas al enfrentarme a la creación y esta serie os resulte insondable o meramente un bodrio, pero he de confesar que haber realizado este trabajo me posiciona en un lugar que me confiere enorme felicidad pues he cumplido mi voluntad de atrapar y transformar imágenes que otros han realizado y acoplarlas dentro de diferentes contextos para otorgarles la posibilidad de expresarse de otro modo y en un medio distinto para el que habían sido creadas. Una imagen es una aventura, ya lo dije. La serie se muestra enigmática desde su inicio, planificada sobre una puesta en escena que puede parecer superficial y gratuita en la que se desvelan palpitantes secretos que forman parte de las incógnitas subyacentes a lo largo de la historia.

Apropiacionismo ¿Robo o creación?

Los malos artistas imitan,

mientras que los genios roban.

Pablo Picasso

Adueñarse del trabajo ajeno no se convierte en plagio ya que el fin del hurto es configurarlo en otra cosa, dándole un nuevo significado que en sus inicios fue contemplado como una provocación conceptual. Existen grandes artistas que se han inclinado hacia el ejercicio del apropiacionismo, como una tendencia a utilizar imágenes ajenas, de una u otra forma, para construir las propias. En este capítulo encontramos a Barbara Kruger, John Baldessari, Richard Hamilton... Me viene además a la mente Marcel Duchamp y sus ready made, su célebre y controvertida fuente, es quizá la obra más significativa del siglo XX. L´objet trouvé de Meret Oppenheim es otra forma de creación apropiacionista. El artista japonés Yasumasa Morimura y sus caracterizaciones de Van Gogh, Che Guevara, la chica de la perla, La medusa de Caravaggio... El apropiacionismo no tiene limites definidos totalmente. ¿Hasta dónde llega la propiedad intelectual? ¿Cuál es la frontera que separa ambas autorías?

Para este trabajo recurro una vez más al apropiacionismo, como vengo haciendo desde 1989 en que abandoné la cámara fotográfica y el laboratorio para comenzar a realizar fotomontajes con imágenes recortadas de los medios de comunicación.

Ajustando cuentas con el pasado

En esta ocasión, utilizo la cámara del smartphone para fotografiar imágenes que surgen en las películas que veo en la televisión, encuadrándolas de forma distinta a como aparecen en el fotograma del film. Todas estas imágenes tienen que ver con mi trabajo realizado en el pasado y suponen el significado de un ajuste de cuentas con mi obra anterior.

Revisando las distintas series que realicé años atrás he comprobado que me quedaron matices sin expresar en composiciones que no llegué a realizar completamente y que ahora, muchos años después siento la necesidad de resolver.

Es este un trabajo abordado desde la genuina expresión de un pensamiento libre, marcado por las fuentes de la inspiración de un pasado que ha vuelto a manifestarse, renaciendo. Un ejercicio técnico de naturaleza experimental, que puede verse como un ensayo que configura una enorme serie que se muestra a retazos en la sala de exposición como una gran instalación, relatando diferentes historias donde podemos hallar mensajes e ideas aparecidas en mis etapas anteriores que no fueron totalmente definidas entonces.

Imaginario propio

He creído firmemente en lo que he relatado, aun arriesgando a perder el equilibrio, haciendo un trapicheo con las herramientas del lenguaje cinematográfico para convertirlo en otra posibilidad que encaje mejor con las texturas narrativas concernientes a la propuesta que he establecido, desde un mensaje provocador de deseos y emociones, observado a través de una vertiente conceptual de mi propio imaginario que podría conllevar una experiencia de comunicación imperfecta. Con ideas fundacionales que equilibren los correspondientes relatos sobre la totalidad de la historia, entre universos reveladores de la abstracción formal de la belleza. He trabajado con mecanismos de valores intuitivos, alejados de los cánones, intentando dar una nueva dimensión, bien definida, de los estándares de la fotografía como tal, manteniendo un discurso autoral de mi propiedad, olvidando en todo momento la procedencia de las imágenes que nunca deberán ser interpretadas desde un prisma de moralidad. Un discurso que parte de mi terreno donde entran en juego las consideraciones y convicciones personales a través de misivas aparentemente ligeras que pueden verse como subjetivas y gratuitas y ¿por qué no? absurdas.

Ciertos secretos no deberían desvelarse nunca

Esta frase que corresponde a Edgar Allan Poe habla por sí sola, siendo quizá el motivo por el que esta obra no está cerrada. No tiene un final concreto, cada espectador puede decidir cómo le gustaría acabarla; es un trabajo abierto al que el autor puede volver en cualquier instante para dotarla de otros matices, temas, tensiones y personajes que la enriquezcan, donde se hallan las incógnitas o pistas que el espectador podrá encontrar ocultas entre las líneas.

Metadrama

Toda la obra respira sobre el resplandor que surge de una oscuridad que creíamos velada. He buscado las verdades más recónditas de mi mente, entre trampantojos y espejismos, intentado dar los pasos necesarios con la intención de crear tramas sobre diferentes dramas combinados con dosis de comicidad como en un ejercicio obsceno que podría estar cargado de estereotipos; toda una narración sensitiva de estatus ficticio flotando en un escenario de resonancias teatrales, una obra sencilla pero no cándida que resulta lúcida y enérgica, un metadrama de mil demonios al más alto nivel tormentoso, aunque quizá solo pueda ser entendida como una expresión sarcástica y titubeante en reflexiones e ideas en las que existan errores de contexto en la forma de ejecutar la dramatización; no lo tenía programado así, debo confesarlo, solo he pretendido ser honesto contando con la complicidad del espectador. Tendré que conformarme, incluso los pájaros pueden estar encadenados al cielo sin pretenderlo.

Si no vemos al funámbulo mostrarse con rebeldía al cruzar el cable tensado entre dos puntos lo bastante altos como para que una caída pueda significar llanamente la muerte. Sin ese posible escenario de riesgo, la acción funambulista pierde sentido, aun contradiciendo la ley de la gravedad. La caída del funambulista podría denunciar simbólicamente la inconsistencia del poder que une a los seres humanos.

Mentira contra verdad

Una narración deconstruida que superpone el pasado con el presente como en un flashback de imágenes palpitantes que genera extrañeza, incomoda y plantea preguntas. He mezclado lo imaginado, la verdad y la mentira en un juego absoluto, lleno de referencias. Insisto, yo fui quien inició la historia, quien puso los acontecimientos del relato en marcha, pero en un instante determinado la trama comienza a deslizarse por su propio camino como si se rebelara. Quizá es este un trabajo maldito. El desenlace no puede depender de mí, ya lo dije. ¿Es posible que haya mentido tanto que me he creído mis propias mentiras? ¿La naturaleza del ser humano reside en la farsa? Solo puedo decir que una verdad a medias es totalmente una mentira, pero también una revelación.