Crónica criminal en la Transición

Mariano Sánchez Soler. Alex domínguez

Mariano Sánchez Soler. Alex domínguez / porAlejandroM.Gallo

Alejandro M. Gallo

Mariano Sánchez Soler (Alicante, 1954)―periodista de profesión y doctor en Historia es uno de los escritores e investigadores que mejor conoce las cloacas de la Transición. Una prueba de esto es la obra que hace unos meses reseñábamos en estas páginas: La larga marcha ultra (Roca Editorial). Una profunda investigación sobre el camino de las diferentes organizaciones españolas de la extrema derecha hasta el día de hoy. Su análisis poseía la precisión de un cirujano, auscultando los discursos nostálgicos del franquismo, el negacionismo, los ataques a la democracia y al inmigrante, para cerrar con la retórica contra lo progre, que ha explotado Vox.

Crónica criminal en la Transición

Crónica criminal en la Transición / porAlejandroM.Gallo

Ahora, nada más inaugurar el año 2023, ha regresado a los escaparates de las librerías con otro monumental trabajo, Una hojarasca de cadáveres, donde relata diferentes crímenes que se produjeron durante la Transición, la mayoría de tinte político. Lo que une a todos estos crímenes es que Sánchez Soler los conoció de primera mano al ser responsable en aquella época de sucesos y tribunales en varios medios de comunicación.

La Transición estuvo salpicada de hechos y asesinatos salvajes, como la matanza de Atocha en 1977, el frustrado golpe de estado en 1981, el atentado a la revista El Papus y numerosos atentados de las bandas terroristas ETA, GRAPO, Terra Lliure, Triple A o el Batallón Vasco Español. Sin embargo, se produjeron otras que también sacudieron la seguridad y tranquilidad de los ciudadanos y que Sánchez Soler relata tal y como las vivió.

El trabajo lo abre el asesinato de la estudiante Yolanda González Martín, en febrero de 1980. En aquel tiempo, David Martínez Losa, líder de la extrema derecha y vinculado al Batallón Vasco Español, ordena a sus sicarios que asesinen al periodista Xavier Vinader por un artículo en la revista Interviú. Antes de cumplir el mandato, ETA comete un atentado con muchas víctimas. La orden de Losa cambia y se centra en dar un escarmiento a los simpatizantes en Madrid de la organización terrorista. El comando, liderado por Emilio Hellín Moro, asesina a la estudiante Yolanda González, simpatizante de organizaciones de izquierda, pero sin relación con ETA.

Luego, nos describe el asesinato de los marqueses de Urquijo, donde relata la vida y muerte de Rafael Escobedo Alday y repasa a la élite de empresarios y banqueros nacionales, que raramente sufrieron secuestros por ETA o los GRAPO. Este capítulo de la obra también le sirve para indicarnos que la vida de los nobles y ricos saltó a la opinión pública a partir de 1975 e indaga en el odio ancestral que pervive en nuestro inconsciente ante personas que han sido dueños de haciendas y vidas a lo largo de los siglos.

Le siguen tres sucesos que sacudieron la opinión pública y que poco tenían que ver con el mundo político. El primero fue el asesinato de Juan Vila Carbonell a manos de su mujer, Dulce Neus Soldevilla, que intentó desviar la atención hacia un atentado del GRAPO porque su marido era militante de Fuerza Nueva.

El segundo, un incendio en la vivienda del comisario jubilado Antonio Cortina, que los investigadores transformaron un incendio fortuito en un delito de sangre, para señalar a sudamericanos como responsables.

El tercero, el caso de la detención y desaparición forzosa de El Nani, por la que acusó al comisario Fernández Álvarez y a los inspectores Gutiérrez Lobo y Aguar González.

También nos narrará casos menos conocidos como la detención de tres jesuitas en Torreblanca la Nueva en Sevilla por el asesinato de un niño de cuatro años o el descuartizamiento de María Teresa Mestre Guitó en Tarragona, después de ser secuestrada y asesinada porque el criminal creyó que su marido, implicado en la estafa del aceite de colza en 1981, navegaba en la abundancia.

A todo esto, Sánchez Soler suma sus investigaciones sobre el asentamiento en territorio nacional de la mafia internacional, que se sumaba a los miembros de la OAS ―Organización del Ejercito Secreto francés―, después de la independencia argelina, junto a los miembros ya asentados de los antiguos partidos nazis y fascistas. Y cierra la investigación con la secta Edelweis, que mezcló sus rituales con estafas, ufología, pederastia y abusos sexuales de todo tipo. Es, pues, un libro imprescindible para conocer nuestro reciente pasado criminal.