Mensaje en medio del mar embravecido

Samiha Ayoub

Samiha Ayoub / Wikipedia

Marc Llorente

Marc Llorente

Se sabe que el gancho mediático funciona sea mejor o peor un espectáculo. Pero no sirve como banderín de enganche para acudir a ver otro tipo de obras. Las artes escénicas tienen un precio, sí, y no es fácil que formen parte del programa de actividades de la ciudadanía. La cultura nutre nuestro interior y la capacidad de cuestionar los modelos establecidos. El autor, el actor y el público conforman un triángulo de fuerzas, y ahí residen las emociones, la reflexión o el divertimento.

Ustedes aportan con su presencia y a ustedes les aporta el escenario. Es un modo de vivir con más amplitud de miras. O sea, propónganselo seriamente. Puede que un día les guste más y otro día menos. No importa. Hay que estar ahí. No falten a ese lugar de encuentro y se sentirán recompensados ante el espejo crítico de la vida. Acudan, si pueden acudir, o inténtelo de vez en cuando.

Respecto a lo que se denomina «teatro aficionado», no siempre actúa como acicate del panorama artístico de cada momento. En el mejor de los casos puede contribuir al desarrollo teatral en términos generales y aportar sus granos de arena al mundo de la cultura y del arte escénico, así como una saludable diversión.

A propósito, tras años de reclamaciones, sepan que el nuevo Estatuto del Artista, que aprobó el Gobierno, incluye novedades sobre protección social, desempleo y jubilación. Un conjunto de medidas para dignificar la situación profesional de creadores, artistas y otros trabajadores de la cultura. Una profesión muy inestable, la del teatro, con un régimen de prestaciones por desempleo que reconoce ese carácter intermitente.

Sale todo esto a colación porque cada 27 de marzo se celebra el Día Mundial del Teatro, instituido en 1961 y en el que, entre otros actos de la comunidad teatral, destaca el mensaje de alguna figura de renombre internacional para compartir sus pensamientos acerca del teatro y de la cultura de paz. El primer manifiesto fue escrito por Jean Cocteau un año más tarde. Este autor dramático francés tuvo una polifacética personalidad y un carácter vanguardista.

El mensaje de 2023 es de la veterana actriz egipcia Samiha Ayoub. En él expone su inquietud en medio del mundo actual con «un mar embravecido». Los efectos devastadores, en lo material y espiritual, de los conflictos, las tensiones, las guerras y las catástrofes naturales. «Un horizonte lleno de niebla», afirma, aunque con «la esperanza de llegar a un puerto seguro».

La actriz nos dice que «el teatro se basa en la verdadera esencia de la humanidad, que es la vida». Dramaturgos, directores, actores, escenógrafos, poetas, músicos, coreógrafos y técnicos llevan a efecto «un acto de creación de vida que no existía antes de que subiéramos al escenario». Contribuye a iluminar lo oscuro y a calentar la frialdad a fin de «hacer frente a la oscuridad de la ignorancia y del extremismo». Y a defender los valores de la verdad, la tolerancia, la bondad y la belleza.

Samiha Ayoub invita a la confrontación con lo que es feo e inhumano. Difundir vida, en suma, y «construir un solo mundo y una única humanidad», termina diciendo en el mensaje del Día Mundial del Teatro. Lo dicho. Acudan, si pueden acudir, o inténtelo de vez en cuando.