Cine y literatura

Manuel Gutiérrez Aragón propone una visión surrealista de la realidad en Oriente, un breve volumen de relatos

Gutiérrez Aragón

Gutiérrez Aragón / porSantiagoOrtizLerín

Santiago Ortiz Lerín

Entre las olas del mar, ese fabricante de viudas como decía Nikos Kazantzakis en su novela Vida y andanzas de Alexis Zorba, emerge un supuesto tritón de las profundidades que cuenta a una mujer sentada en la arena una historia a lo flashback. Es sin duda el gran invento de la literatura, el narrador. Y ese mar, inmenso y fatídico, es el antagonista del matemático, que lo lleva consigo bajo el agua al más puro estilo de la homérica Caribdis, y que como en el juego del trile, por un lado, nos regala a un narrador testigo de una historia, y por otro nos arrebata al protagonista. Este cuento abre la antología Oriente, del escritor y director de cine Manuel Gutiérrez Aragón (Torrelavega, Cantabria, 1942), y que hace un par de meses publicó Anagrama en su colección Narrativas hispánicas. El autor utiliza en este cuento un narrador borgeano, es decir, el narrador amanuense, un tal Gutiérrez que conoce una historia y nos la cuenta.

Gutiérrez Aragón, que además de director de cine es escritor -ganó el Premio Herralde 2009 con su novela La vida antes de marzo- y académico de la Real Academia Española y de la Real Academia de las Artes de San Fernando. En el ámbito del cine fue premiado en la Berlinale y el Festival de Cine de San Sebastián, y también galardonado con un Premio Goya.

El cuento ha sido cultivado en la narrativa en castellano de forma más abundante y exitosa por los escritores latinoamericanos que por los españoles, desde los uruguayos Horacio Quiroga, Felisberto Hernández, Juan Carlos Onetti y los argentinos Jorge Luis Borges, Roberto Arlt, Adolfo Bioy Casares, Julio Cortázar, hasta el mexicano Juan Rulfo y el colombiano Gabriel García Márquez. Los españoles han sido más bien novelistas. Quizá dos casos significativos de lectores de uno de los fundadores del cuento moderno, Edgar Allan Poe, fueron precisamente Borges y Cortázar. Con el cuento, Latinoamérica aúna la fantasía, que en nuestro país no es especialmente común. Salvando algún escritor como Wenceslao Fernández Flórez y su Bosque animado, España es más bien de novelas psicológicas, realistas, o eso que llaman novelas históricas, a pesar de que el principal héroe de la literatura española, don Quijote, leyese historias fantásticas de caballería. Por todo lo anterior, un escritor de nuestro país que se adentre en el cuento y que en alguno de estos se vislumbre una sensación de extrañeza, con la que Cortázar definía la fantasía, o una visión surrealista de la realidad, como nos propone Gutiérrez Aragón en este breve volumen de relatos, no deja de ser interesante.

Gutiérrez Aragón. | INFORMACIÓN

Manuel Gutiérrez Aragón Oriente Anagrama 168 páginas / 18,90 euros / porSantiagoOrtizLerín

El autor, que, según dejó dicho en una entrevista reciente, cree que para un director de cine es más importante la lectura de grandes obras narrativas, considera que sus orígenes han estado más en la literatura. Si uno recuerda la época dorada del cine clásico, siempre se tuvo la sensación de encontrarse estrechamente ligado a la propia literatura, en muchas ocasiones por haber sido las adaptaciones de grandes novelas, como la que hizo el mismo Michael Cacoyannis con su película Zorba, el griego.

En esta colección de ocho cuentos, hay uno en particular que transcurre en el Teatro Real de Madrid, Ópera interrumpida, donde un narrador personaje, con un estilo directo que parece dirigirse al mismo lector, nos cuenta una historia en la que los asistentes a una ópera quedan encerrados en el teatro por una reyerta en la calle de una milicia desconocida, mientras los asistentes charlan a la manera en que una orquesta tocaba en la cubierta del Titanic, en tanto una parte del pasaje, estoicamente, esperaba el hundimiento del buque. El argumento se va desarrollando a la vez que se omite, un elemento capital en los cuentos, lo que llaman elipsis narrativa; ¿por qué esa milicia desconocida asedia el teatro? Uno de los personajes da un giro al proponer que se entregue a la milicia a una de las infantas que circunstancialmente se encuentran entre el público. Esa omisión es la que puede provocar el extrañamiento, un barniz de realismo fantástico.

El relato que da título al volumen, Oriente, está vinculado con la historia familiar de Gutiérrez Aragón, a quien, digamos, no le vienen complejos por lo que se denomina autoficción, pues ya dijo en alguna ocasión que las novelas tienen siempre algo de ella, por lo que también lo entiende de este modo en la narrativa del cuento.