En un mundo cada vez más globalizado, se hace necesario organizarse en entidades colectivas que defiendan intereses comunes y actúen de forma organizada de cara a lograr fines conjuntos.

Hablamos de Asociaciones, agrupación de personas que se organizan para realizar una actividad colectiva. A diferencia de otras formas de organizarse y actuar, la asociación goza de personalidad jurídica, lo que la hace capaz de adquirir derechos y contraer obligaciones. Se establece así una diferenciación entre el patrimonio de la asociación y el de las personas asociadas.

Como aspectos que caracterizan a las asociaciones cabe destacar que tienen un funcionamiento democrático, son estables y son independientes de otras organizaciones.

Existen diferentes tipos de asociaciones, algunas de las cuales cuentan con normas específicas, pero todas estas normas se ajustan a una única ley orgánica que regula el derecho fundamental de asociación. Además, esta ley orgánica tiene carácter supletorio, de forma que aquellos aspectos que no estén regulados en normas específicas y sí en la ley orgánica se regirán por lo dispuesto en ésta.

Las características fundamentales de las asociaciones son: Grupo de personas, físicas o jurídicas (mínimo de 3); objetivos y/o actividades comunes; funcionamiento democrático; ausencia de ánimo de lucro e independencia.

Beneficios de asociarse

Independientemente de los posibles beneficios que pueda ofrecer cada asociación en particular, lo cierto es que hay muchas ventajas que pueden resultar útiles a cualquier empresario a un nivel más amplio: el de la asociación empresarial de cualquier índole.

El aprendizaje continuo es uno de los mayores logros de este tipo de agrupaciones, y algo que, además, resulta satisfactorio para todos los miembros que las componen. Por lo general, todo empresario tiene algo que pueda aportar a una asociación que comparte con otros miembros cuyos intereses y preocupaciones son similares.

Otro aspecto importante, diferente al anterior, es la formación referida directamente a las diversas estrategias, cursos y seminarios que se promuevan desde la propia asociación. Hablamos de conocimientos impartidos y recibidos por parte de los trabajadores de las empresas asociadas, o de los propios empresarios. La formación continua y constante es, sin ningún lugar a dudas, uno de los secretos del éxito, y esto supone que muchas empresas recurran a las asociaciones exclusivamente por este motivo.

La colaboración entre empresas es uno de los factores clave de la pertenencia a una asociación empresarial. Uno de los puntos más positivos de pertenecer a una entidad de este tipo, son los proyectos conjuntos que surgen entre los asociados.

El networking es un concepto que actualmente está a la orden del día, y que, además, está muy relacionado con la ventaja anterior. Este término se refiere a las reuniones entre los empresarios u otros representantes de las propias empresas, generalmente a través de algún evento promocionado, en las que interactúan entre ellos, intercambian opiniones y pueden surgir nuevas propuestas y asociaciones menores entre empresas.

Asimismo, en los aspectos de promoción, las asociaciones de empresas también resultan de gran ayuda a sus miembros. Volviendo a la autoridad de una asociación de empresas, el simple hecho de pertenecer a una de éstas agrupaciones ya supone varios puntos más de fiabilidad para determinados clientes que conocen dicha pertenencia.

Obviamente, la resolución de conflictos, el tener apoyo de una entidad organizada, así como que las asociaciones de empresas suelen surtir a sus miembros de un flujo de información constante, que no hace sino mantenerles alerta en todo momento de cualquier proyecto, crisis, problema, idea o innovación que pueda afectar, en concreto, al sector empresarial que las une, son otros aspectos a tener en cuenta a la hora de decidir asociarse.

Y es que la unión hace la fuerza.