El parque de montaña de San Cayetano luce una nueva ermita tras la rehabilitación de las ruinas de la antigua construcción que ha ido desapareciendo, poco a poco, con el paso de los años. Numerosos vecinos de la localidad asistieron ayer por la mañana a la inauguración del inmueble rodeados del ambiente festivo del primero de mayo.

El proyecto de rehabilitación del edificio ha costado más de lo que se pensó en un principio. El presupuesto inicial ascendió a 119.000 euros y fue adjudicado por 111.000 euros, encargando la redacción del proyecto al arquitecto Juan María Boix por importe de 12.000 euros. Esta rehabilitación ha contado con una subvención de la Diputación Provincial de Alicante de 16.300 euros.

Ante los vecinos, el alcalde de Crevillent, César Asencio, explicó que "el proyecto se ha incrementado gracias a una modificación presupuestaria que se ha tenido que hacer debido a que desde la redacción del proyecto la ermita en ruinas había sufrido desprendimientos por los últimos terremotos". De hecho, en uno de ellos cayó la cúpula que era el elemento más característico de la construcción. Por este motivo, se tuvo que aumentar el coste de la rehabilitación en 40.000 euros. El precio total de la rehabilitación de la ermita de San Cayetano ha sido de 151.000 euros.

En el acto de inauguración actuó el grupo de Auroros que interpretó parte del repertorio que habitualmente canta por las calles de la localidad a altas horas de la madrugada. Esta actuación aportó un toque de solemnidad al acto después de que el párroco de la Santísima Trinidad, Pedro Crespo, bendijera la obra.

La ermita rehabilitada data de finales del siglo XVIII, aunque la que se construyó inicialmente podría ser de finales del XVII o principios del XVIII. La actuación de la rehabilitación ha consistido en la limpieza de las piedras, recrecido de los huecos, sustitución de las piedras que estaban en mal estado y reforzamiento de los muros con piedra similar. En cuanto a la bóveda de la ermita se ha reconstruido al igual que la cubierta de la nave central, recuperando una parte de la cubrición original del inmueble.

La recuperación de la historia de la localidad

Según los datos históricos que existen, la ermita de San Cayetano fue construida a instancias de la Duquesa de Arcos tras la canonización de San Cayetano en 1671, quien quiso que este evento quedase plasmado en sus domicilios y levantó el santuario en una finca propia llamada "Dehesa". El monte que se encontraba a las espaldas de la ermita fue llamado "Picacho de San Cayetano". La historia de este santuario tiene un hito que la divide claramente y es su derribo por el obispo Tormo en 1780, trasladando dos años antes la imagen de San Cayetano a la iglesia parroquial. En 1791 se volvió a levantar el nuevo santuario que es el que se encontraba hasta ahora en ruinas.