La pesca en Santa Pola comienza una nueva temporada, que tras la campaña estival se enfoca en otros peces propios de esta época y que creará un balance en los precios a los que se venden en la lonja y el mercado de la villa.

Así, el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores, Ángel Luchoro, pone en valor el consumo de especies de temporada, las más abundantes en la época, para ayudar a que la diferencias de oferta y demanda en el mercado y los precios no se disparen. Así, Luchoro comenta que la flota pesquera de Santa Pola, sus 34 barcos de arrastre y los 70 embarcaciones de artes menores, se centran ahora en la pesca del bacalao durante el mes de octubre, además de los salmonetes de fango y roca. En las redes de los barcos de pesca abundan en estos momentos estos peces que llegan a la lonja a diario para su venta.

A pesar de que la actividad pesquera es a menudo imprevisible, según la Cofradía de Pescadores, es recomendable adaptarse a la naturaleza y al ciclo de vida del pescado. Los marineros, en este momento, pescan en fondos de unos trescientos metros que se extienden desde Cabo de Palos hasta cabos del norte de la provincia. Para la temporada invernal, Luchoro recomienda comprar especies como la melva, el verdel o caballa o la lechola o sargos. «Recomendamos a los consumidores comprar estos pescados y para conocer cuáles son los apropiados cada mes o temporada, lo indicamos en nuestra página web», asegura el patrón mayor. «El valor económico es aceptable y si la especie se encuentra en su momento óptimo será aún de mas calidad», añade.

Paro biológico

Los pescadores, además, ya se encuentran negociando con la Secretaría General de Pesca el próximo paro biológico. Con diferentes propuestas sobre la mesa, se barajan para 2017 entre uno y dos paros, aunque los pescadores abogan por uno sólo. De ser así, el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Santa Pola afirma que la fecha elegida será el mes de junio para la zona sur de la provincia de Alicante y que en el área del norte eligirán el mes de mayo.

El último paro biológico tuvo lugar en Santa Pola el pasado mes de mayo, tras dos años de pesca continua. Esta pausa en la faena de los barcos viene determinada por las leyes comunitarias sobre pesca y el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP). La obligación de parar está acompañada de informes científicos.