El derribo de la última parte de la fachada del antiguo cine Iris que quedaba en pie en la céntrica calle Blasco Ibáñez de Crevillent está envuelto de polémica. Muchos son los vecinos que durante estos días han manifestado su pesar por la pérdida de un elemento característico de la estampa crevillentina de las últimas décadas.

Además, todos los grupos políticos de la oposición han lamentado el derribo. El PSOE ha valorado el tema como «un nuevo atentado urbanístico sin justificación». Oposición que este grupo político manifestó en la comisión de obras por la que pasó el expediente, por considerar el derribo «totalmente injustificado».

En Compromís también lamentaron que «la fachada del antiguo edificio del cine Iris se haya derribado porque ha acabado desapareciendo una parte de la historia de los crevillentinos y sobre todo de las generaciones más recientes».

Por su parte, Esquerra Unida-Esquerra Republicana dijo que «el edificio del Iris ha estado presente en la vida de los crevillentinos como una de las imágenes más típicas».

No obstante, desde el PP se informó que «este edificio no está catalogado como protegido, al considerar que no reúne las condiciones básicas arquitectónicas, urbanísticas, artísticas, etc. necesarias para estar incluido en el catálogo de edificios, teniendo la misma consideración la Conselleria cuando aprobó el Plan General de Ordenación Urbana de Crevillent».