Santa Pola ha resuelto los problemas endémicos de saneamiento producidos por las filtraciones marinas y los malos olores. Un sistema puntero en saneamiento al vacío ha convertido al municipio en referente para el país y en el de mayor longitud de España.

Las obras, ejecutadas en Playa Lisa, Tamarit, avenida Salamanca y Gran Playa a largo de los últimos ocho años, han llegado a su fin en el municipio costero tras invertir más de 16 millones de euros.

Desde Hidraqua, la empresa que ha realizado los trabajos apuntaron que «se trata de una solución tecnológica para resolver los problemas que los colectores de Santa Pola estaban sufriendo al estar construidos sobre unos terrenos ganados a antiguos saladares, que tienen un subsuelo de arena de playa y el nivel freático se encuentra a menos de un metro de profundidad, lo que ocasionaba problemas de infiltraciones en los colectores y una gran inestabilidad en el subsuelo».

Asimismo, las filtraciones de agua salina en las conducciones de la red de saneamiento tienen como consecuencia un aumento de la salinidad del agua, que se eleva a la depuradora a más de 20.000 micro Siemens de conductividad, lo que perjudica notablemente el proceso biológico de depuración de las aguas residuales.

Con ello, según la empresa, para solventar este problema se ha ejecutado una nueva red de saneamiento de esta zona por el innovador sistema de vacío. Consiste en instalar tuberías con un diámetro máximo de 315 milímetros, en cuyo interior se mantiene una depresión constante de -0,5 y -0,6 atmósferas mediante bombas y válvulas especiales de vacío. Además, desde Hidraqua explicaron que «éstas se abren por la diferencia con la presión atmosférica de forma automática y absorben las aguas residuales de los pozos. El vacío existente en las tuberías genera el movimiento de caudales hacia la estación de vacío y posteriormente hacia la red de saneamiento convencional».

Por otra parte, el empleo de estas nuevas tecnologías y materiales en los colectores de saneamiento reporta ventajas cualitativas y cuantitativas. Por ejemplo, desde la empresa apuntan que «se obtiene una reducción del coste y el tiempo en la ejecución de la obra civil, con lo que se minimizan los inconvenientes que suponen para la ciudadanía las obras en las vías urbanas».

El sistema de alcantarillado por vacío mejora además el proceso de evacuación de las aguas residuales, evita malos olores y obstrucciones en la red de saneamiento. Asimismo, esta técnica aporta un mayor control de seguimiento de la red de saneamiento al estar conectado al telemando, y permite actuar de forma inmediata ante cualquier anomalía.

Con este sistema, el Ayuntamiento santapolero ha conseguido recoger las aguas residuales generadas por 12.900 viviendas para una posterior utilización principalmente en materia de riegos.