Adiós al aparcamiento irregular en el Cabo. El Ayuntamiento de Santa PolaSanta Pola ha comenzado esta semana con los trabajos de eliminación y cierre de las veredas irregulares que hay a lo largo de los márgenes de la carretera del Cabo. Con esta actuación, se busca regular el estacionamiento, erradicando un problema común en el entorno natural, donde cada verano se amontonan decenas de coches que, debido a las rodaduras, han degradado el entorno con una pérdida de la cubierta vegetal en la zona.

Las actuaciones han comenzado en los bordes interiores de la carretera, donde el Ayuntamiento tiene competencias, en el área próxima a la Cala dels Gossets, aprovechando que en esa altura se está terminando de habilitar una bolsa para 50 aparcamientos. A partir de ahí, continuarán durante la próxima semana en la Cala de la Ermita haciendo, por último, repaso a las calas del cuartel, junto al Bancal de la Arena.

Los operarios municipales están asentando el terreno y renovando los elementos de cierre en los márgenes para impedir que accedan los coches, todo en una fase que culminará con la replantación de especies autóctonas como el lentisco y plantas aromáticas. «Hemos detectado unos 25 accesos ilegales y la intención es reducir la presión que tiene el entorno para que se pueda regenerar por sí solo sin un tránsito agresivo», explica Alejandro Escalada, edil de Medio Ambiente.

Sin embargo, para culminar estos trabajos de reforestación y cierre de accesos tienen que esperar la autorización de Costas, que tiene la competencia en los márgenes que componen la fachada marítimo terrestre del Cabo, después de que se aprobase esta solicitud en la última junta de gobierno.

Uno de los últimos movimientos será, además, aumentar el número de reductores de velocidad en el vial e incorporar pasos de peatones que comuniquen las nuevas bolsas de aparcamiento con el acceso a las calas.

Por otro lado, desde la Concejalía de Medio Ambiente cuentan que están trabajando con los técnicos para comenzar a redactar una ordenanza municipal que regule los usos y la gestión de los caminos rurales. La intención es que queden especificado, por ejemplo, en quién recaen las competencias de seguridad y control del tráfico en la zona.