La estampa del paseo marítimo de Santa Pola vuelve a cambiar. Aunque los chiringuitos siguen sin estar abiertos, ya se está preparando el terreno para las nuevas instalaciones desmontables. Es así que en los últimos días los quioscos Cala I y Cala III de la avenida Santiago Bernabéu han pasado a la historia. El Ayuntamiento les ha notificado a los anteriores concesionarios que tienen diez días para retirar las instalaciones para dejar espacio a los nuevos, y, de no hacerlo en el plazo estimado, se exponen a una multa que supera los 10.000 euros, según explica la trabajadora de uno de estos míticos establecimientos. Con mucho pesar también se despiden de 38 años de trayectoria en el chiringuito El Ancla en la playa de Varadero. En estos momentos, el establecimiento con 180 metros cuadrados de terraza se está desmontando para convertirse en chatarra, después de permanecer fijo en el paseo durante cerca de cuatro décadas, con una gestión ininterrumpida de la familia de Antonio Molina y Conchita Sempere, fundadores de este emblema para la villa marinera.

Desde dentro lamentan la gestión que el Gobierno local ha hecho del proceso administrativo. Aunque la concesión estaba vencida, pidieron una prórroga para que la licitación de los nuevos chiringuitos se aplazase al acabar la temporada estival para poder aprovechar una temporada de fuerte afluencia turística en la que hay contratados en plantilla doce trabajadores. «Además, nos hubiera gustado que en el pliego se hubiera valorado con más puntuación la buena gestión durante todo este tiempo, porque tenemos experiencia en el sector», señala Yasmina López, trabajadora de El Ancla y familiar de los concesionarios durante este tiempo.

Este chiringuito de la playa de Varadero, en zona de servidumbre de protección, es uno de los más grandes, con 152 metros de instalación que funcionarán como restaurante, el único de este lote con estas dimensiones. En los próximos días el futuro adjudicatario, la empresa San Telmo Gastrobar, que pujó más alto, firmará la concesión de este nuevo servicio para explotar por una década.

Esperando los nuevos

Las previsiones apuntan a que la primera semana de julio gran parte de los chiringuitos podrían estar levantados, a expensas de los que todavía tienen que pasar el control de los técnicos. Sin embargo, los nuevos adjudicatarios de cinco de los siete chiringuitos están a la espera de firmar la concesión, en los próximos días, porque ya ha sido validada toda la documentación aportada. Señalan que desde hace más de un mes tienen encargados los chiringuitos que están en la última fase de construcción, para que sea inminente la puesta en marcha, y al menos tres de ellos los construirá una empresa de Catral especializada en los materiales que marca el pliego. Manuel Berenguer repetirá como futuro concesionario pero esta vez en la Cala dels Gossets y Bancal de l'Arena en la playa. Tiene buenas vibraciones, «con ubicaciones buenas, estética moderna y más terraza, lo que hace falta es empezar ya, que el verano se nos va», afirma.