Innovación al volante para asegurar la vida de los crevillentinos. Paco Pastor siempre ha tenido como meta que las personas tengan la determinación suficiente de salir a la calle con todas las garantías, hasta el punto de ser el primer taxista en la Comunidad Valenciana que incorpora a su vehículo un desfibrilador para atender urgencias. Este crevillentino dejó en un segundo plano hace algo más de un año su oficio de técnico de emergencias sanitarias en ambulancia para redescubrir una manera nueva de ganarse la vida, y sin perder el espíritu de ayudar a aumentar las posibilidades de supervivencia de los usuarios ante una situación crítica. En el momento en el que adquirió el taxi y la licencia, hace algo más de un año, en lo primero que pensó fue en la gran cantidad de personas de avanzada edad que utilizan este transporte y que pueden verse desprotegidas ante una parada cardíaca, y que incluso podía ser una herramienta útil para auxiliar durante las atenciones en carretera, ya que suelen tener este servicio contratado a través de las mutuas. Así las cosas optó por darle una vuelta de tuerca a este gremio tradicional para ofrecer un punto cardioprotegido.

«Es un recurso más que para el pueblo porque no tenemos ambulancia por las noches», reseña Paco Pastor para poner de relieve una de las carencias que tiene el municipio a nivel sanitario, aunque sí que es cierto que recientemente ha ido proliferando este sistema semiautomático del que, en el caso de Crevillent, ya disponen varios centros públicos como la Casa de Cultura, el pabellón Félix Candela o los colegios para seguir las indicaciones de la Escuela Valenciana de Estudios de la Salud (Eves) y la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc) que promueven que se extraiga del ámbito sanitario este sistema portátil que solo requiere de una batería para funcionar.

24 horas

Este es el único de los seis taxis de Crevillent con este uso y para las 24 horas que, según su propietario, le vale para diferenciarse de la competencia, debido a la crisis del sector del taxi, y al exceso de licencias que tiene el municipio en comparación a la clientela que demanda el servicio y para ello ha identificado con una banda en el exterior este plus que ya brinda la polícia o las motos de Protección Civil, «pero hay que extender más la cultura del desfibrilador porque en España somos de los países más retrasados en esta tecnología», apunta Pastor, que también imparte cursos sobre la materia.