El futuro centro de las Artes y las Ciencias que siempre soñó Maribel Pérez Ojeda para Santa Pola está a menos pasos de ser una realidad. En los últimos días el Ayuntamiento ha aprobado el anteproyecto de Villadelaida para marcar las directrices que se seguirán con el fin de poner en valor una finca de 1910 icónica, que está cerrada y sin uso desde hace años y que fue cedida por su propietaria, antes mencionada, al Consistorio con el fin de que los jóvenes de Santa Pola contasen con un espacio para la divulgación. Este documento que ahora se ha aprobado en pleno marca tres fases de actuación y sirve para justificar frente a las administraciones la envergadura de este proyecto, que culminaría con la musealización de la casa, pero antes tendrán que desarrollarse un proyecto por fases.

La última y más ambiciosa será la construcción de un módulo de una planta con más de 200 metros que iría anexo a la casa señorial.El inmueble albergaría dos aulas y un porche para concertar encuentros entre colectivos, jornadas de escritura o masterclass de música, siempre con la intención de fomentar el talento juvenil, según señalan desde el cuatripartito. Para que no haya impacto visual de este edificio con el conjunto de la finca, desde la concejalía de Cultura aseguran que esta inclusión es necesaria para que la finca pueda funcionar aún cuando las inclemencias del tiempo no lo permitan, de ahí la necesidad, insisten, de levantar un edificio. Aún y así insisten en que estará integrado en el paisaje para no hacer sombra a la finca centenaria ya que se colocará una cubierta vegetal, según se desprende de este anteproyecto.

En cuanto a las primeras fases, en primer lugar se arreglará el vallado exterior retirando el muro que impide que desde fuera los paseantes sepan acerca de la magia de la finca. Esta fase traería también el arreglo de la plataforma principal donde antes había una piscina que se terminó colmatando. Sobre este espacio se mejorará la superficie para que a medio plazo puedan realizarse conferencias, encuentros culturales o conciertos.

Además está previsto que se preparen unos baños accesibles y un almacén, además de colocar unas pérgolas para dotar de sombraje a la zona. En la segunda fase se diseñarán unos jardines que recuerden a la finca inicial de Villadelaida cuando habían bancales de cultivos como el almendro. Se harán guiños del pasado con una «terraza de la memoria», tal y como llaman los redactores del anteproyecto a una especie de mar de esparto que se plantará y se trasladará el llaud de la entrada a uno de estos jardines. Hasta este mes de mayo también estarán sobre el lugar un grupo de jóvenes que están formándose dentro de los talleres de empleo municipales y que desde el pasado verano han estado retirando algunas barreras que entorpecían el acceso a la finca.

El museo, al final

El fin con todas estas futuras inversiones será diseñar un discurso museográfico que permitirá convertir en visitable esta vivienda de principios del siglo veinte con más de 600 metros cuadrados repartidos en sus tres plantas, que guardan infinidad de recuerdos de Maribel Pérez Ojeda,una mujer vital, visionaria y llena de viajes a la espalda que se convirtió en la primera santapolera que obtuvo tres licenciaturas en Arte, Filosofía y Letras, además de ser doctora en Filosofía por la Universidad de California. Esta reconocida vecina dejó en vida la última voluntad de ceder al municipio su particular patrimonio para que la población, en especial los jóvenes, tuviesen un lugar de exploración de diversas áreas como la literatura o las ciencias. Desde el área de Cultura reseñan que musealizar la casa será la parte más sencilla porque tan sólo hay que recopilar información y colocar paneles interactivos que podrían ser asumidos por el Consistorio. Con ello, el centro Hans-Maribel-Shami, que hace referencia a ella y sus dos últimos maridos, estaría en pleno funcionamiento. Desde el cuatripartito señalan que en los próximos días se presentará el plan para esta finca histórica.