Después de reivindicaciones vecinales durante una década, finalmente el barrio de la Estación podrá conectarse a la red de saneamiento del núcleo urbano después de que la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales (EPSAR), dependiente de la Generalitat Valenciana, haya sacado a licitación por 524.000 euros en los últimos días el proyecto para instalar una estación de bombeo de aguas residuales que conducirá los restos de las viviendas diseminadas en este entorno rural hasta los colectores del núcleo urbano, teniendo en cuenta que la red de alcantarillado no está conectada a la red de saneamiento municipal ni cuenta con sistema de tratamiento de todos los residuos que se vierten.

Según los pliegos técnicos, esta infraestructura se ejecutará de manera plurianual durante este año y parte del 2020, que según las previsiones será cuando esté concluida este servicio tan demandado por los vecinos de la zona, que a lo largo de estos años han denunciado malos olores y deficiencias por no tener garantizada esta conexión.

El proyecto inicial se puso sobre la mesa por primera vez en 2010 con el gobierno del PP en la Comunidad Valenciana. Entonces se contrató la redacción del proyecto y los trabajos se dieron por recibidos el 16 de diciembre de 2013, sin embargo los planes no pudieron ejecutarse porque se construyeron otras infraestructuras que interferían con estas obras como la nueva plataforma del tren de alta velocidad a Murcia y la red de alcantarillado del propio barrio de la Estación de Crevillent, que desde que la construyó el Ayuntamiento en 2011 ha estado inservible por no estar vinculada a ninguna red común.

En este sector están censadas 35 personas y esta nueva red servirá para acabar con los problemas de aguas fecales que tienen los residentes desde hace años, ya que las viviendas por lo general son antiguas y muchos de los propietarios tuvieron complicaciones para hacerse con azarbes y fosas sépticas en su momento y que se adaptaran bien al terreno. Parte de este sector se declaró después como zona urbana y por lo tanto urgen del servicio.

Sin embargo, una parte de los residentes se quedarán fuera de esta red por pertenecer sus solares a suelo rústico. Es el caso de Francisco (nombre ficticio),que regenta un restaurante a sólo unos metros del enclave donde se construirá el colector pero no dispondrá de ese servicio, incluso le han denegado la petición que realizó por situarse su establecimiento sobre suelo calificado como rústico. Este hostelero considera que la inversión que acometerá la Administración autonómica es desproporcionada porque sólo se beneficiarán unos pocos vecinos, por lo que plantea que las viviendas regularizadas, aunque estén en suelo rústico, también disfruten del colector para que no deban ser ellos quiénes gestionen la retirada de aguas fecales y se «rentabilice mucho más la instalación», explica, aunque bien es cierto que según el proyecto se beneficiarían también una media de 304 residentes del sector R-7.

Ofertas

El 3 de julio finalizará el periodo para que las empresas presenten ofertas para ejecutar las obras. Para llegar a este punto la EPSAR tuvo que actualizar el proyecto que quedó parado en 2013 para adaptarlo a la nueva realidad del entorno y las normativas vigentes hasta que hace cerca de un año el pleno informó favorablemente de la construcción de los colectores. La red proyectada tendrá más de tres kilómetros y se entroncará con el sistema que ya hay en el camino de Las Monjas, en el polígono Industrial I-4 desde donde el agua residual se elevaría hasta la depuradora de El Realengo.