La Guardia Civil de Santa Pola ha detenido a un hombre de 50 años como presunto autor de 16 delitos de robo con fuerza en establecimientos comerciales, principalmente restaurantes. La jueza de instrucción ha decretado su ingreso en prisión, ante el gran volumen de asaltos. Las investigaciones comenzaron a raíz de las denuncias presentadas en los últimos peses por los comercios dedicados a la hostelería en Santa Pola, especialmente de la zona centro. El modus operandi era siempre el mismo. El acusado forzaba el rejado de puertas o ventanas, accedía al local y sustraía el dinero que había en las cajas registradoras y en los botes de las propinas de los camareros.

En un principio, los agentes pensaron que era un menor, pues los huecos por los que el autor había entrado a los locales eran tan estrechos que, tan sólo una persona de extrema delgadez, o un niño, podría pasar por ellos. En otras ocasiones, el robo no se había producido rompiendo la reja, sino saltando una altura considerable, por lo que, además de delgada, esa persona tenía que ser bastante ágil.

Las pesquisas llevaron a los agentes a sospechar de un antiguo conocido de la Benemérita. Se trataba de un hombre que ya había ingresado anteriormente en prisión, a causa de su amplio historial delictivo, relacionado con hechos similares. No obstante, obtener las pruebas necesarias fue difícil, señalaron ayer desde la Guardia Civil, porque tomaba extremadas precauciones para no ser grabado por las cámaras de vigilancia. Otra de las dificultades con la que se enfrentaron los investigadores, fue que no tenía domicilio conocido.

Los dispositivos de búsqueda dieron su resultado, cuando finalmente vieron al sospechoso adentrarse en las instalaciones de un geriátrico abandonado de la localidad.

Los agentes tuvieron que buscar habitación por habitación, y en la suya encontraron diversos objetos sustraídos de los robos, así como la ropa usada para esquivar las cámaras de seguridad.