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Santa Pola

La Cofradía de Pescadores baraja construir un hotel con restaurante en el distrito marítimo

La entidad tiene previsto invertir en 2020 cerca de un millón de euros en el edificio para reformar las oficinas y ofrecer servicios culturales y de hospedaje

Fachada del distrito marítimo, en imagen de archivo. MATÍAS SEGARRA

La Cofradía de Pescadores de Santa Pola tiene previsto darle otra salida al edificio del distrito marítimo para que no sol0 funcione como punto para resolver trámites administrativos. La entidad local ha preparado un proyecto de reforma del inmueble que costaría entre 800.000 y un millón de euros que esperan ejecutar a partir de febrero de 2020 para que el antiguo edificio se convierta en un atractivo más en la villa marinera, con usos del sector terciario entre los que se baraja un hotel y restaurante con vistas al mar que funcionarían bajo una concesión.

El proyecto se presentará a la nueva convocatoria de ayudas que gestiona el Grupo de Acción Local de Pesca (Galp) Bahía de Santa Pola-Guardamar, que podría financiar una parte de la obra. Aún y así, desde la Cofradía de Pescadores reseñan que el proyecto es firme y que saldrá adelante en el primer trimestre del año, según la previsión, ya que también está diseñada una maqueta en 3D de cómo quedaría este inmueble de 400 metros por cada una de las seis plantas. Reseñan que se han pasado todas las pruebas técnicas al arquitecto para reestructurar el bloque y que se adapte a la nueva normativa.

Por otro lado, explican desde la Cofradía que por el momento se está realizando un estudio para perfilar los usos definitivos que tendrá el edificio, para que sean totalmente compatibles con las propuestas del Galp en materia de desarrollo local. También se plantea que en lugar de hotel se emplace otro tipo de hospedería como un hostal o pensión,a pesar de que la Cofradía de Pescadores opta por la primera opción, ya que entienden que generaría turismo «y sería memorable para Santa Pola», según explica el patrón mayor, Ángel Luchoro. Otras plantas también pretenden dotarlas de nuevos servicios como biblioteca o museo.

Por el momento lo que queda claro es que el edificio, que tiene más de medio siglo de historia, necesita una reforma integral de las instalaciones, que están degradadas. El distrito marítimo seguiría en la segunda planta pero con la inversión en la zona se mejoraría el espacio de atención al público y sobre todo se adaptaría a la normativa de accesibilidad universal, para que pueda atenderse a personas con movilidad reducida que hasta el momento tienen dificultades para subir a estas oficinas.

Para seguir prestando el servicio cuando se inicien las obras, desde la Cofradía tienen previsto que a partir del 29 de enero se desplace de forma provisional al Jefe de distrito y al administrativo a unas salas conjuntas a las oficinas de la entidad pesquera.

El edificio del distrito marítimo apenas tiene funcionamiento, ya que cinco plantas están deshabitadas y sólo se utiliza el servicio de la Marina Mercante. Por más de tres décadas el inmueble estuvo cedido al Ayuntamiento para fines sociales, ya que funcionaba como sede de asociaciones locales o de bandas de música. Sin embargo, tras la caída del aulario del colegio Hispanidad en 2013, la Administración local obligó a la Cofradía a realizar una inspección técnica del edificio por tener más de 50 años y la entidad pidió que el Ayuntamiento le devolviera las instalaciones bajo una orden de desahucio. Desde entonces el edificio ha estado prácticamente vacío y cada vez más deteriorado.

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