Empresarios de Crevillent han vuelto a dar pasos para impulsar el polígono I-10, que costará a la iniciativa privada más de 17 millones de euros y podría convertirse en un referente en la provincia, ya que a lo largo de los más de 350.000 metros cuadrados aprovechables que tiene el sector podrían instalarse empresas de referencia a nivel nacional e incluso internacional, según señalan fuentes municipales. En los últimos días ha pasado a exposición pública el proyecto de reparcelación de esta zona conforme al Plan General de Ordenación Urbana, según se muestra en un edicto del Diari Oficial de la Generalitat Valenciana, desde donde se da plazo de un mes, que culminará el 2 de abril, para que los interesados puedan presentar alegaciones al desarrollo de este sector. El coste de la urbanización será asumida por siete propietarios que se adhieren al programa de actuación mientras que renuncian a la inversión otros siete titulares.

El edil de Urbanismo, Manuel Penalva, asegura que hay empresas de nivel nacional e internacional que se dedican a la logística y a la tecnología interesadas en adquirir naves en este sector, ya que a diferencia del resto de polígonos de Crevillent, en el I-10 se podrán levantar naves que superen los 30.000 metros cuadrados, por lo que se disparan las posibilidades de que este enclave industrial pueda albergar otro tipo de empresas alejadas del ámbito local del calzado o la alfombra. Desde los últimos meses miembros del ejecutivo local están manteniendo reuniones periódicas con los promotores del polígono ya que según Penalva, confían en que este sector pueda poner «muy arriba a Crevillent». El sector tendrá zonas verdes y dotaciones del sector terciario que podría albergar restaurantes o incluso algún hotel, según avanzan desde el equipo de gobierno tras conversaciones con el agente urbanizador. Según la ficha de planeamiento, el único uso incompatible seria el residencial, «excepto una vivienda por parcela indivisible e industrial en Intensidad 5».

El sector se dividirá en 25 manzanas y la superficie contará con más de 250.000 metros cuadrados, sin contar la red viaria, donde se prevé la construcción de una rotonda y las aceras medirán más de tres metros de amplitud. En cuanto al saneamiento, se realizará una instalación separativa, con canalizaciones y puntos de vertido diferentes. Para la red de pluviales se verterá en el Barranco de Amorós, previa autorización, y para la red de aguas residuales entroncará con la EBAR de Cachapets. Por la cesión, además, al Ayuntamiento le pertenercerá un 10% del aprovechamiento. El sector todavía está a expensas de aprobarse y si finamente se da luz verde desde el Consistorio tienen pensado solicitar la calificación de área industrial avanzada para este polígono, aunque este es un trámite que le corresponderá otorgar al Consell, según explica Penalva.

Fincas

El espacio que se vería afectado comprende 28 fincas rústicas al margen de la carretera nacional 340, a dos kilómetros del núcleo urbano y en el tramo que une Crevillent con Albatera, según el informe pericial que se aportó al proyecto de reparcelación que llevará a cabo el sector Villarosa S. L. como agente urbanizador.Con estos planes se extinguirán las fincas originarias para desarrollar las nuevas parcelas acorde al PGOU, teniendo en cuenta que la mayoría son terrenos baldíos en los que no se produce a nivel agrícola desde hace años. También hay edificaciones en estado de ruina como la finca Villarosa que daría nombre al polígono y está previsto que se transforme en jardines y espacios libres.

Habrían diez zonas verdes repartidas entre la avenida junto a la nacional, en los dos bulevares centrales y en el extremo sur del sector. En total, los gastos de urbanización costarán más de 17 millones de euros, con los que se pagaría la ejecución de las obras, los honorarios a los profesionales así como las indemnizaciones por la pérdida de los terrenos agrícolas y las construcciones.

Casi una década de trámites en busca del desarrollo

El Ayuntamiento aprobó en 2013 el plan parcial del sector y un año después se firmó el contrato para ejecutar el programa

Los trámites para desarrollar el polígono industrial I-10 se iniciaron hace casi una década. Fue en 2013 cuando se aprobó el Plan Parcial de este sector. La única mercantil que optó y resultó adjudicataria del Programa de Actuación Integrada fue Sector Villarosa, S.L.U. , según indicaba el Ayuntamiento en la época, bajo el gobierno del PP. Se procedió entonces a la aprobación del proyecto de urbanización, y con ello, a la aprobación definitiva del programa de actuación. En 2014 el agente urbanizador y el Ayuntamiento firmaron el contrato para ejecutar el citado programa. En aquel entonces se hablaba de un coste de 15 millones, que finalmente ascenderá a 17, contando el IVA. El proyecto prevé un plazo de ejecución de unos tres años para finalizar las obras, que las asumirán los propietarios pagando unas cuotas. El aprovechamiento de construcción edificable será de 213.310 metros cuadrados, mientras que para viales y calles exteriores irán más de 120.000 metros cuadrados y más de 35.000 para zonas verdes. Con ello, desde el Consistorio esperan atraer a empresas que dinamicen la economía en el municipio alfombrero, ya que desarrollando el sector también se acabaría con una zona que en los últimos años no se ha estado aprovechando, ya que hay innumerables construcciones en estado de ruina que no dan una buena imagen para Crevillent y municipios cercanos.