La cuarentena ha agudizado el ingenio de toda España en torno a los homenajes y ruegos que se realizan cada tarde a las 20 horas desde los balcones y terrazas. Durante unos minutos, los vecinos sueñan con el fin de la pandemia y lo celebran con aplausos, caceroladas, himnos musicales a la resistencia o sesiones de djs para darse ánimos unos a otros. El silencio sepulcral del día se torna en acto sonoro cuando cae la noche.

En Crevillent, a los espontáneos gritos de esperanza de los primeros días, protagonizados sobre todo por los vecinos en forma de cánticos populares como la interpretación de la habanera "És Crevillent un tresor" de Manuel Aznar, se han ido sumando otros eventos de apoyo vecinales, principalmente fomentados por cantantes locales, así como actos organizados desde el Ayuntamiento para unificar los mensajes y ofrecer lo mejor de la cultura crevillentina a través de músicos y cantantes líricos locales pero de renombre internacional.

Y a todas estas expresiones de balcón se sumaba anoche una nueva y novedosa. Una familia crevillentina proyectaba desde su casa la imagen de la muy querida Virgen de la Salud sobre la torre-campanario de la iglesia principal de la villa, Nuestra Señora de Belén. Sobre la pared, una imagen muy venerada y a la que los crevillentinos piden por su salud y la de los suyos. Y la frase: "Mare de Déu de la Salut... hui més que mai".

La iniciativa, muy aplaudida en los foros factibles en época de cuarentena, es decir, las redes sociales, tendrá continuidad. La programación seguirá teniendo como protagonista a esta Virgen, pero a partir del próximo sábado se centrará en la Semana Santa. En concreto, este día y hasta el jueves siguiente, a las 20 horas se proyectará una fotografía de la Virgen de los Dolores, y sonará por megafonía uno de los Siete Dolores que se interpretan en el Septenario y la marcha correspodiente.

Programación

El día 3 de abril, Viernes de Dolores, comenzará a exponerse la parte esencial de la Semana Santa crevillentina de una forma muy original. Esa jornada, a las 21 horas, sonará en los altavoces de esta familia la marcha "Stabat Mater", que los crevillentinos interpretan durante las procesiones en un coro popular que impresiona por su calidad y número de coralistas.

La programación continuará el Sábado de Pasión a la misma hora con el toque de las Bocinas. Ese día estaba prevista la Salida de la Convocatoria, la primera de las procesiones oficiales de la Semana Santa de Crevillent. Y de esta sonora manera se recordará el evento.

El Domingo de Ramos, 5 de abril, a las 12 del mediodía sonará la marcha procesional "La Brosa", que habitualmente acompaña la Procesión de las Palmas y es interpretada por la Banda de la Federación.

El Martes Santo, a las 22 horas, se escuchará "Velun Templi" sobre una imagen del Cristo de Difuntos y Ánimas, obra de Benlliure que reúne a los crevillentinos en torno a la Procesión de los Sacos.

El Miércoles Santo, a las 20 horas, cuando normalmente se realiza la Entrada de Pasos, sonarán las "pasarelles" de El Lavatorio y El Rescatado. Y a las 22 horas, cuando se iniciaría la Procesión de La Pasión, se pondrá el "Ave María".

La programación prosigue el Jueves Santo a las doce de la noche con la marcha "Lucas" y a las 20 horas con el "Coenantibus Illis" de Haller, que habitualmente se canta en esta jornada dentro de la iglesia en la Reserva del Santísimo en su Monumento.

El día grande de la Semana Santa crevillentina, el Viernes Santo, los altavoces comenzarán a sonar a las 6 de la mañana con la "Diana tradicional", a las 8 será el turno de la "Marcha Real" que habitualmente se interpreta a esa hora en el Abrazo de la Morquera. A las 10 sonará "Al Calvario", que hace referencia a la procesión de Subida al Calvario, y a las 12 "El Reglamento", por la procesión de Bajada. Por la noche, a las 22 horas, se recordará la procesión de la Muerte de Cristo con el "Christus factus est".

El sábado día 11, a las 22 horas sonará "La Platilla", en honor a la procesión del Entierro de Cristo. Y el Domingo de Resurrección será el turno del "Aleluya" de Haendel, recordando El Encuentro, el último de los actos pasionales.