Esta semana, y tras seis meses sin clase, los niños y niñas de Crevillent se han incorporado a sus respectivos colegios en una vuelta al cole inusual. El Plan de Incorporación progresiva trazado por las directoras y directores de los centros educativos y el Ayuntamiento de Crevillent para el alumnado de Educación Infantil y Primaria y los protocolos establecidos por los colegios como los horarios de entrada escalonada y el llamamiento a mantener la distancia de seguridad no han sido suficientes para evitar la formación de aglomeraciones en el acceso y salida de los centros escolares. 

Desde el Ayuntamiento expresan su preocupación por estos hechos producidos y lamentan que de nada sirve el esfuerzo que la comunidad educativa está realizando si no se cumplen las medidas de distanciamiento social al taponar las entradas y salidas permaneciendo en las inmediaciones del centro. Ante esta situación se ha convocado una reunión para el próximo lunes a la que acudirán el alcalde de Crevillent, José Manuel Penalva, los concejales de Educación, Jesús Ruiz, y de Protección Ciudadana y Emergencias, Josep Candela, los directores y directoras de los centros educativos y el jefe de la Policía Local, para evaluar y adoptar decisiones de reorganización de cara a los próximos días. 

Sobre la mesa se pondrán nuevas medidas como la modificación y ampliación de los horarios de acceso, la instalación y difusión de cartelería informativa, la apertura de las puertas de los centros con una mayor antelación o la posibilidad de cortar el tráfico rodado en algunas de las calles adyacentes.  

Desde el Ayuntamiento apelan a la responsabilidad de los padres, madres y tutores del alumnado. Así lo ha expresado el alcalde: “Es comprensible la expectación generada por la vuelta al cole de los más pequeños y pequeñas. Comprendemos, porque la gran mayoría hemos sido padres y madres, que es reconfortante ver la ilusión con que los niños y niñas entran al cole, sobre todo los primeros días, pero hemos de entender que estamos ante una situación excepcional y hemos de valorar los riesgos que supone mantenerse en las inmediaciones de los centros. Es un sacrificio para muchos renunciar a esos momentos de entrada al colegio, pero merece la pena ese sacrificio si con ello contribuimos a aminorar los riesgos de propagación del virus”.