Algunas de las dependencias municipales de Santa Pola contarán con dispensadores automáticos de gel hidroalcohólico que llevan aparejados unos termómetros para que el usuario se tome la temperatura de una forma rápida cuando accede. Con ello se evitaría que haya un funcionario en la puerta tomando la temperatura a cada persona que entra al Ayuntamiento u a otra dependencia. Además, el Consistorio baraja la adquisición de un arco de desinfección de ozono que ha sido recientemente homologado para reducir la carga viral dentro de un espacio y que sería eficaz, sobre todo, cuando hay alguien asintomático que pasa los controles de temperatura.
El Consistorio ha presentado hoy las iniciativas de la empresa santapolera Studio 17 que ya ha empezado a comercializar los dispensadores establecimientos y oficinas públicas de varios municipios del país, e incluso han recibido un pedido de la vicepresidencia de la Generalitat Valenciana para contar con estos sistemas que permiten desinfectar las manos al mismo tiempo que la máquina controla la temperatura por un sistema infrarrojos, sin que haya personal pendiente de esta tarea. De igual forma han diseñado otra "estación" de desinfección para niños, más pequeña, para que los menores puedan ser autónomos y hacer este proceso solos cuando llegan a la escuela.
En cuanto al arco de desinfección, cuenta con un sensor de movimiento que nebuliza agua con ozono en una proporción de 0,2 partes por millón, según las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS). "Crea una película que desinfecta y deja entrar a cualquier lugar. Tiene media hora de protección porque se calcula que el 90% de personas que accede a estos locales no está más tiempo", explica Antonio Sempere Jaén, gerente de esta empresa que siempre se ha dedicado al retail y a la preparación de stands para ferias y con la crisis sanitaria se ha tenido que reinventar y aportar fuerte por el I+D+i para no perder a la plantilla. Desde la mercantil reseñan que están negociando para que grandes superficies comerciales o incluso aeropuertos lo incorporen.
Según Juan José Pomares, técnico de Studio 17, reseña que han tardado varios meses en conseguir la homologación de este sistema de agua ozoniza "que desactiva el virus y al pasar por el acto se rompe esa carga viral para minimizar el contagio".
