El yacimiento de La Picola en Santa Pola quedará blindado ante proyectos urbanísticos que afecten a la zona arqueológica después de que el Consell haya aceptado iniciar los trámites para declarar este patrimonio local como Bien de Interés Cultural (BIC). Esta misma semana se ha dado cuenta en el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana de la incoación del expediente en aras de proteger, conservar, difundir e investigar más sobre el yacimiento.

El Ayuntamiento a través del Museo del Mar, que actúa como entidad gestora de museos y patrimonio histórico municipal, inició la solicitud al Servicio Territorial de Investigació, Cultura i Esports para la inscripción como BIC, con categoría de Zona Arqueológica, de La Picola, al poseer una muralla íbera que articula una fortificación de características únicas en el contexto patrimonial valenciano.

De esta manera la Dirección General de Cultura y Patrimonio justifica su declaración y establece su delimitación así como normas de protección, cuestión que culmina este inicio de los trámites para lograr la declaración.

El yacimiento arqueológico se encuentra incluido en la Carta Arqueológica de la Comunitat Valenciana y junto al Portus Illicitanus están considerados Bienes de Relevancia Local en el Catálogo de Protección de Santa Pola.

Aunque en la actualidad la zona arqueológica se halla a una distancia de 577 metros del mar, en la Antigüedad el área arqueológica estaba en línea de costa, como han demostrado las excavaciones y sondeos, por ello la villa marinera era conocida en época romana como Portus Ilicitanus, como puerto de la importante colonia romana de Ilici, localizada arqueológicamente en La Alcudia de Elche, según relatan desde el Consistorio.

Este procedimiento que hay previo a la declaración de BIC supone que se suspenda el otorgamiento de licencias municipales de parcelación, urbanización, construcción, demolición, actividad y demás actos de edificación y uso del suelo que afecten a la zona arqueológica y a su entorno de protección, así como de dichas actuaciones cuando las desarrollen directamente las entidades locales, según la ley del patrimonio cultural valenciano.

Sin embargo, la Dirección General de Cultura y Patrimonio podría autorizar las actuaciones antes descritas siempre que no perjudiquen los valores del bien que se intenta proteger, «así como las obras que por causa de fuerza mayor o interés general hubieran de realizarse inaplazablemente», indica la resolución.

Hallazgos

Entre los principales restos inmuebles exhumados hasta la fecha se encuentra una muralla con torres de época ibérica y una factoría de salazones de época romana, teniendo en cuenta que gracias a la abundancia de pesca y a las salinas próximas de la época se crearon estas factorías que producían este productos particular así como la salsa garum.

El ejecutivo local, del PP, entiende que el inicio de los trámites suponen un estímulo y compromiso en el estudio, protección y conservación del patrimonio arqueológico local y por ello agradecen la labor de expertos que han armado un expediente con informes que avalan la importancia de este yacimiento. Entre ellos se encuentran técnicos municipales y divulgadores como el catedrático Jaime Molina, de la Universidad de Alicante, a la cabeza de un equipo compuesto por los doctores en Historia Juan Francisco Álvarez Tortosa y Daniel Mateo Corredor.

El grupo municipal de Compromís celebraba ayer este paso después de que la documentación se iniciase en el anterior mandato y ponían de relieve que con el BIC la administración local tendrá unas mayores obligaciones «en cuanto al mantenimiento y conservación del yacimiento, arriesgándose a sufrir multas económicas si no se pone fin a su estado actual de abandono». Por ello entienden que será imprescindible que haya llegado el caso haya una limpieza periódica y se repare la valla perimetral cuanto antes.

El Portus volverá a ser una puerta al turismo en breve

El yacimiento del Portus Ilicitanus podría abrirse en las próximas semanas después de que hayan culminado los trabajos de puesta en valor y musealización en la zona, que se están acometiendo con la colaboración entre el Museo del Mar, la Generalitat Valenciana y la Unión Europea, que a través de los fondos Feder ha confinanciado unos trabajos que se vieron alterados por la pandemia de covid-19 Además, expertos de la UA, están siendo claves para la investigación, conservación y divulgación del patrimonio arqueológico que espera convertirse en gran recurso turístico.