La Asociación de Amigos de los Humedales del Sur (AHSA) denuncia ante el Seprona la aparición de al menos 15 aves muertas abatidas con balines en una finca de Santa Pola. Según explica Sergio Arollo, presidente del colectivo ecologista, hace una semana un miembro del colectivo encontró una decena de aves de la especie avión roquero Ptynoprogne rupestrisacera en una finca de la avenida Jesús Astondoa. Estaban en la acera y los recogió personal de una cafetería en los bajos de uno de los edificios de esta zona. Según comunicaron a AHSA, ya habían aparecido aves muertas en días previos. En la zona, en el núcleo urbano, también se encontraron balines de plástico de pistola de aire comprimido.

El pasado sábado encontraron cinco ejemplares más que yacían en el mismo lugar, además de más balines de pistola de aire comprimido, de las mismas características que los hallados anteriormente. Ante la posibilidad de que los ejemplares muertos lo hayan sido por disparos, el denunciante recogió algunas de las aves muertas y telefoneó al Centro de Recuperación de Fauna de la Santa Faz advirtiendo de la situación y de la necesidad de realizar un examen a estas aves para determinar si la causa de la muerte han sido los disparos con la mencionada arma. Un técnico del CRF se desplazó para recoger las aves muertas.

El denunciante considera que se ha podido cometer un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente, al tratarse, el avión roquero, de una especie incluida en el Listado de Especies de Protección Especial, por lo que solicita que se realicen las investigaciones pertinentes para conocer al posible autor o autores de los hechos denunciados.

Desde AHSA piden, además, que esta denuncia se ponga en conocimiento de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, así como del Ayuntamiento de Santa Pola.

Aunque este tipo de casos han sido intencionados, desde el colectivo también denunciaron estos días el impacto que representa para ciertas aves la carretera nacional 332 a su paso por las Salinas de Santa Pola. Desde AHSA denunciaron ante la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Transición Ecológica y Emergencia Climática el deterioro ambiental que provoca en el parque natural el trazado de la carretera.

Apuntan, además, que al atravesar de norte a sur el espacio protegido por el que circulan miles de vehículos se crea un peligro para ciertas especies que cruzan. De igual forma, también consideran que se genera un severo impacto sobre el paisaje.