Crevillent conmemora el sesenta aniversario de la calle de Jesús, un vial que debe su nombre a la cesión de terrenos que hizo un vecino hace seis décadas precisamente para que se consiguiera esta denominación que en parte rinde tributo a la semana santa crevillentina. Así lo muestra el archivo municipal, que con motivo de la efeméride ha reproducido los documentos de cesión con los acuerdos a los que se llegó en la época. Una decisión que benefició al vecindario.
La solicitud la planteó Julio Puig Fuentes, propietario y residente en la entonces calle Queipo de Llano, número 13. Con motivo de unas obras realizadas en su vivienda, este vecino ofreció al Ayuntamiento de la época la cesión de un terreno de 142,80 metros cuadrados dedicado a vía pública. También se comprometió a financiar él mismo el alumbrado.
A cambio de esta cesión, el solicitante sólo impuso la condición de que dicha vía, a petición de todos los vecinos, pasara a llamarse calle de Jesús. Finalmente, se aprobó la propuesta en 1961 siempre que la vía se prolongase hasta la confluencia de la calle en proyecto conocida popularmente como «La Sendeta», que después se convertiría en Médico Mohammed Al-Shafra, en homenaje al insigne crevillentino de época medieval.
Este vial ha sido uno de los más especiales cuando se aproxima la Semana Santa. Desde 1944 en casa de este vecino que ofreció terreno a cambio de nombre de calle se prepara la imagen de Jesús Rescatado, de gran semejanza con la de Jesús de Medinaceli de Madrid, a la que veneran gran cantidad de fieles en la ermita de la Purísima.
La imagen permanece en el templo sagrado durante todo el año hasta que se traslada a esta calle para el arreglo de pasos del Miércoles Santo, según apuntan desde el Consistorio.
Como esta, otras calles antiguas del centro histórico tienen nombres de santos o tienen que ver con la Semana Santa, en zonas como el Paseo del Calvario, Rueda Calvario o como este caso, en la calle Jesús de Medinaceli, reflejo de una de las tradiciones más entrañables como es el arreglo de pasos del Miércoles Santo.
La Archivera Municipal, Bibiana Candela, explica que el estudio del callejero municipal es una herramienta muy importante en Crevillent porque «nos permite conocer la historia de nuestro pueblo, ya que muchos de estos nombres reflejan antiguos establecimientos, personajes ilustres o incluso desconocidos -la mayoría propietarios o cedentes de terreno-, edificios históricos, actividades económicas o aspectos relacionados con la religiosidad, las costumbres y la vida cotidiana crevillentina», que para muchas familias todavía perduran.
