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El aragonito de Crevillent y Jiménez de Cisneros

El Museo Geominero, el Nacional de Ciencias y el de Historia Natural de la Universidad de Valencia exponen el mineral que hace un siglo identificó el paleontólogo en la Sierra crevillentina

Técnico y directora del Museo de Historia Natural de la Universidad de Valencia con el aragonito.

Cuando hace cuatro años, los arqueólogos Ana Satorre y Daniel Belmonte, comenzaran a anunciar su propósito de rescatar la figura del reputado paleontólogo Daniel Jiménez de Cisneros, nadie hubiera apostado por una empresa tan exitosa. La pandemia ha ralentizado sus iniciativas, pero no frenado. Tras la gran exposición sobre el naturalista, estos historiadores siguen empeñados en fomentar el trabajo que hace un siglo Jiménez de Cisneros realizó en Crevillent.

Su último logro ha sido poner en valor la calidad geológica de la Sierra crevillentina, ligando su actividad a los trabajos que realizó uno de los científicos más reconocidos de principios del siglo XX.

El aragonito es uno de los minerales que, de manera pionera, Jiménez de Cisneros identificó. Desde hoy, unas muestras del mineral, remitidas por estos arqueólogos crevillentinos, están expuestas en tres de los museos más prestigiosos de España en el ámbito de las ciencias naturales y la mineralogía: el Museo de Historia Natural de la Universidad de Valencia, el Museo Geominero del Instituto Geológico y Minero de España -IGME- y el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid.

El arqueólogo crevillentino que ha enviado el mineral |

«El aragonito es un mineral que, aunque presente en muchas localidades a nivel mundial, en la península ibérica resulta especialmente abundante y característico por su cristalización en maclas pseudohexagonales, asociado a materiales del Triásico», explica Belmonte. En la península ibérica son especialmente las zonas del centro y este peninsular las que concentran algunos de los mejores yacimientos, tal y como indica Ramón Jiménez, conservador de la colección de minerales del Museo Geominero del IGME, donde ya está expuesto el aragonito de Crevillent, en la sección dedicada a tierras valencianas. En Alicante, tal y como se recoge en los trabajos del citado autor, hasta ahora sólo se ha publicado su presencia en Petrer, Novelda y Crevillent. El yacimiento crevillentino fue dado a conocer por Jiménez de Cisneros hacia 1914. La segunda referencia la hizo en 1919 y, hacia ese mismo año, Pedro Castro, quien más tarde ocuparía el puesto de catedrático de Mineralogía de la Universidad de Sevilla, recogía la referencia de Cisneros indicando en una breve nota que «por falta de tiempo» se limitaba a consignar esa nueva localidad, sin recabar ni aportar mayor información. Cuenta Satorre que «tras los trabajos de Jiménez de Cisneros el yacimiento cayó prácticamente en el olvido y nada se sabía sobre su localización». Sin embargo, hace ya más de dos décadas, Belmonte, arqueólogo conocedor de la sierra de Crevillent, localizó de nuevo el punto en el que aflora el aragonito citado por Jiménez de Cisneros. Un punto que, al menos por el momento, prefieren no dar a conocer para evitar expolios y daños patrimoniales. «Este último aspecto es, por desgracia, uno de los peligros a los que se puede ver sometido el extraordinario patrimonio geológico, paleontológico y arqueológico que atesora la sierra de Crevillent», apunta Belmonte. Por ello los arqueólogos inciden en «la necesidad de hacer una adecuada labor de difusión y de didáctica, mostrando la enorme riqueza de esta sierra, a la vez que enseñando a respetarla y cuidarla y preservarla».

Como señala uno de los principales especialistas en mineralogía valenciana, Juan Miguel Casanova, a modo de reconocimiento a la extraordinaria labor desarrollada por el naturalista en estas comarcas: «Los trabajos de Jiménez de Cisneros son la base para conocer la mineralogía alicantina». El mismo autor refiere que Jiménez de Cisneros «citó por primera vez numerosos de yacimientos minerales de Alicante», caso éste, precisamente, del aragonito de Crevillent. Sin embargo, concluye que, a pesar de «las importantes de sus aportaciones, [éstas] no han sido lo suficientemente valoradas».

El aragonito de Crevillent y Jiménez de Cisneros

En los próximos meses Belmonte y Satorre, junto a su colega F. J. Molina, pretenden publicar un breve trabajo, en colaboración con el conservador del Museo Geominero, Ramón Jiménez, para caracterizar de manera más precisa el yacimiento de aragonito de Crevillent y dar a conocer sus peculiaridades mineralógicas.

Del mismo modo se pretende con ello continuar con la labor de recuperación de la figura de Jiménez de Cisneros y sus trabajos sobre la sierra de Crevillent, iniciado hace ya años desde la propia Universidad de Alicante y el Instituto Jorge Juan.

Desde 2017, Belmonte y Satorre vienen impulsando las iniciativas que, con el apoyo del Ayuntamiento, están permitiendo recuperar la figura del naturalista. Para estos arqueólogos, «la implicación de los nietos de Jiménez de Cisneros está siendo esencial en esta labor, así como también el apoyo de las diferentes instituciones y personas que, desde hace ya un tiempo, les están respaldando en estas iniciativas desarrolladas desde Crevillent».

Más de 6.000visitas a la muestra, una calle y...

Hasta ahora son diversas las iniciativas desarrolladas por el Ayuntamiento en torno a la figura de Jiménez de Cisneros, bajo la coordinación de Satorre y Belmonte. Más de 6.000 personas visitaron en 4 meses la exposición, se hicieron un curso de verano de la UMH, publicaciones y audiovisual dirigido por Roque Ortiz, y un cómic, con ilustración de Borja Estela. En escasas semanas tendrá lugar un curso del Cefire de Elche en Crevillent. Pendiente queda la dedicación de una calle, en Crevillent, una iniciativa que cuenta con casi 100 firmas del ámbito académico. Y, por delante, muchos proyectos más.

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