Santa Pola revisará y actualizará su catálogo de bienes patrimoniales de 2009 para que esté acorde a las nuevas leyes y puedan quedar protegidos en su conjunto algunos sectores como el yacimiento arqueológico de La Picola. Así lo anunció este jueves el Ayuntamiento tras un encuentro entre la arquitecta municipal, María José Mojica; la directora de Museos y Patrimonio de la villa marinera, María José Cerdá. También intervino la alcaldesa, Loreto Serrano, y la edil de Urbanismo, Trinidad Ortiz.
El Ayuntamiento quiere abrir a la población esta fase de renovación y por ello anuncian que desde varias concejalías se van a establecer canales digitales para que la ciudadanía y colectivos de la sociedad civil pueda comunicar al equipo redactor bienes tangibles o intangibles susceptibles de ser incorporados al Catálogo. Para ello informarán a través de las cuentas del Consistorio y del Museo del Mar.
Así las cosas, se ha adjudicado a un estudio de arquitectura la redacción de este nuevo catálogo y se ha solicitado una ayuda a la Conselleria para cubrir los gastos. El objetivo es determinar la existencia de elementos territoriales, espacios o bienes inmuebles no reconocidos hasta el momento que, en razón de sus valores culturales, naturales y paisajísticos puedan ser objeto de inclusión en el Catálogo de Protecciones.
Para ello entienden que es primordial que se ponga al día este catálogo ya que hay fichas y grados de protección que no están actualizados. También seria necesario que el nuevo catálogo se ajuste a la Ley de ordenación del territorio, urbanismo y paisaje de la Comunidad Valenciana. De igual forma, entienden desde el Consistorio que es necesario incluir las secciones «patrimonio natural» y «paisaje» conforme a los mínimos obligatorios en la ley. Con la actualización pretenden que aquellas manifestaciones inmateriales puedan entrar en una nueva sección como Bienes Inmateriales de Relevancia Local.
A nivel municipal recuerdan que en la actualidad el Inventario General del Patrimonio Cultural Valenciano (IGPCV) reconoce en Santa Pola cinco Bienes de Interés Cultural (BIC) y 43 Bienes de Relevancia Local (BRL).
Por otra parte, esta actualización va motivada, también, «por el progresivo incremento del interés y compromiso que la ciudadanía ha adquirido durante este período con respecto al patrimonio cultural y natural y que se ha materializado en la identificación de multitud de elementos susceptibles de catalogación en el municipio».
BIC
La villa marinera ya solicitó en 2020 a la Conselleria de Cultura que algunos bienes pasasen de ser de relevancia local a interés cultural. La misión es que varios espacios arqueológicos se unifiquen en un único elemento espacial par que estén inscritos en el registro como una misma entidad. Se trata del antiguo emplazamiento ibérico La Picola, del siglo IV a.C. y la posterior ocupación romana como Portus Ilicitanus. Hasta el momento se espera la declaración definitiva por parte del Consell como un único BIC bajo el nombre «Zona Arqueológica de La Picola».
También siguen a la espera desde 2019 de la declaración de BIC el conjunto de estructuras militares del Destacamento de la 10ª Agrupación Sur de Defensa de Costas de la II República, ubicadas en el Cabo.
