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La caída de la presión por el calor provoca un pequeño “tsunami” en Santa Pola y Guardamar

La pasada madrugada se produjo una especie de tsunami meteorológico, que no sísmico, provocando una súbita subida de la marea que ha llegado hasta el casco urbano

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Así ha amanecido Santa Pola tras el pequeño "tsunami"

La ola de calor de aire sahariano que ha comenzado a entrar en la provincia y que mañana provocará un subidón térmico que durará hasta el domingo ya ha provocado sus primeras consecuencias y no sólo relacionadas con el calor sofocante. La pasada madrugada se produjo una especie de tsunami meteorológico, que no sísmico, en Santa Pola, provocando una súbita subida de la marea de hasta un metro que ha llegado hasta el casco urbano. Técnicamente se conoce como rissaga o meteotsunami lo que ha provocado bruscas variaciones del nivel del mar en Santa Pola. La entrada de aire sahariano provoca una caída brusca de la presión en la capas baja de la atmósfera y provoca que el agua sube de nivel, de cota. Una marea de presión, según explica Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante. La Policía Local de Santa Pola ha pedido paciencia a los vecinos porque se están reparando los daños. La subida de la marea ha provocado daños a la flota pesquera y las zonas más próximas al mar están llenas de espuma. La última vez que se tiene referencia de este fenómeno nos lleva al 27 de julio de 2017 cuando hubo una subida inusual de la marea también en Santa Pola, El Campello, La Marina de Elche y Torrevieja.  El "tsunami" también se ha sentido en Guardamar. El alcalde, José Luis Sáez, ha informado que subido el nivel del mar llegando a sobrepasar la zona de paseos. Donde más se ha notado es en el puerto donde se han desplazado algunas boyas. El nivel ha subido allí unos 80 centímetros, algo que no recuerdan ni los más viejos del lugar.

El aire pesa, y el peso del aire por unidad de superficie es lo que llamamos presión atmosférica (y en menor medida, barométrica). Estamos sumergidos en un “océano de aire” y la presión integra todo el peso del aire que tenemos encima, según Meteored.

Si la capa de aire pesa más/menos es que el aire que está sobre nosotros es más denso/menos denso. El aire cálido y húmedo (zonas ecuatoriales) es menos denso que el aire frío y seco (zonas polares). Para nuestro razonamiento, eliminaremos el vapor de agua.

Si suponemos que no hay sistemas de tiempo que nos afecta a nivel local (borrascas, bajas, frentes, anticiclones, etc.), entonces la presión variará localmente si tenemos aire más cálido o más frío en toda la vertical. Y aquí esta la clave de unas de las hipótesis de la formación de nuestra “marea” en el campo de presión.

Los componentes que se combinan para causar esta variación también son complejos y no se entienden completamente, pero la componente solar, denominada forzamiento radiativo es dominante.

El efecto de la variación de presión diurna es más notorio en los trópicos donde la radiación solar entrante es mayor pero, como el forzamiento dinámico es débil en estas regiones, los cambios absolutos de presión superficial son pequeños: una observación en una estación tropical tomada al mismo tiempo el día tiene una diferencia promedio de ~ 0.7 mb de un día a otro, aunque la huella del barógrafo mostrará un rastro semidiurno, aproximadamente sinusoidal, con un rango de 3 mb en el transcurso de 24 horas.

Por el contrario, los cambios en la presión de la superficie en latitudes medias están dominados por el forzamiento dinámico asociado con el paso y los cambios en el chorro polar, las borrascas y los anticiclones que causa cambios de presión mucho más rápidos a corto plazo.

En las Islas Británicas, por ejemplo, una observación tomada a la misma hora cada día tiene una diferencia promedio de casi 6 mb de un día para otro, mientras que 10 mb o más es bastante común y una diferencia de más de 20 mb está lejos de ser raro. Como resultado, una traza del barógrafo en latitudes medias es a menudo irregular y generalmente enmascara cualquier ciclo diurno subyacente.

Desde el Ayuntamiento de Santa Pola se ha hecho público el siguiente comunicado: "Desde la Policía Local nos trasladan que sobre las 3:00 de la madrugada hemos sufrido una subida, aproximadamente de un metro, y bajada brusca del nivel del mar, en muy poco tiempo, ocasionando que se inundaran las playas en la zona de Playa Lisa, rebosando hacia la calle y daños en varias embarcaciones pesqueras, provocadas por colisiones entre algunos de ellos. Otro duro golpe que recibe nuestro sector pesquero por haber sido el más afectado".

El fenómeno ha causado gran expectación entre residentes y comerciantes y es el asunto más comentado del día en bares y terrazas de la villa marinera. En principio, no está previsto llevar a cabo un dispositivo especial de limpieza, por la arena y el barro arrastrados o por la concentración de agua en puntos inhabituales.

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