La Conselleria de Educación ha empezado a apuntalar las dependencias afectadas en dos de los tres colegios de Santa Pola donde se han detectado problemas estructurales en el forjado sanitario. En el CEIP Vicenta Ruso de Gran Alacant se han iniciado esta semana los trabajos para apuntalar el subsuelo, lo que aseguraría las baldosas y permitiría que se garantice el servicio de comidas hasta que llegue la reparación en siguientes periodos vacacionales.
Tal y como apuntaron hace unos días fuentes del departamento de Vicent Marzà, se detectó que en una zona delimitada se han podido producir filtraciones en la marmita del desagüe que ha terminado afectando a las viguetas.
En el CEIP José Garnero también han empezado a intervenir esta semana para certificar que las aulas de Primaria son seguras para la vuelta al colegio. Educación explicó a este diario que entre 2013 y 2014 se realizó ya una obra para robustecer el forjado sanitario y se actuó sobre tres aulas de unos 120 metros cuadrados en total. Sin embargo, la empresa adjudicataria contratada por la Generalitat entonces no retiró los puntales, por lo que ahora se está inspeccionando que no haya desperfectos. Desde el centro apuntan que a nivel autonómico les han garantizado que las clases volverán con normalidad porque para entonces estará reforzado el forjado del edificio principal donde hay 225 alumnos.
En el colegio Ramón Cuesta, sin embargo, todavía no han empezado los trabajos de apuntalamiento del almacén de Educación Física que alberga lavabos. Esta estructura es externa al inmueble donde están los aularios y por prevención se cerró en noviembre de 2020. Entonces la arquitecta municipal detectó grietas después de que la dirección del centro barajase darle más uso a este espacio, según explica Rosa Orts Ferrández, directora.
Al hilo, entiende que el curso podrá comenzar con normalidad a pesar de que la estancia siga cerrada pero beneficiaría al funcionamiento del centro contar con este espacio habilitado para cumplir con más facilidad el plan de contingencia contra el coronavirus, ya que el alumnado tendría más baños públicos.
Los centros Vicenta Ruso y José Garnero han tenido que convocar consejos escolares para aprobar uno de los presupuestos de empresas que remitió la Generalitat para apuntalar, ya que serán los centros quiénes asuman la inversión de los contratos menores aunque después la conselleria abone los gastos a cuatrimestre vencido «porque es lo más rápido para agilizar las obras, y también porque los centros disponen de fondos suficientes para afrontar esa partida y los gastos corrientes del centro», según responden desde la propia administración autonómica. Sin embargo, tal y como exponen desde la dirección del José Garnero, esperan que no haya retrasos en la transferencia para no llegar a problemas de liquidez, ya que ahora tendrán que adelantar unos 10.000 euros para las obras, un dinero que en parte querían dedicarlo para adquirir material.
