Crevillent inicia el nuevo curso escolar con un aumento de las plantillas que refuerzan el área de orientación al estudiante, así como un aumento de la oferta de ciclos formativos de FP en los institutos. Este miércoles arrancaba el curso donde estaba previsto que se incorporasen 4.750 alumnos en las diferentes etapas educativas, entre los que se encuentran 830 alumnos en Infantil, 1.840 en Primaria, 1.491 en Secundaria, 207 en Bachillerato y 382 en Formación Profesional.
Desde el Ayuntamiento destacan que el incremento de las plantillas por parte de la Conselleria de Educación con 668 incorporaciones repercute en que el municipio alfombrero haya incorporado un orientador en los centros de Infantil y Primaria a tiempo completo, algo que permitirá que todos los centros cuenten con esta figura, según Jesús Ruiz, edil de Educación. Esta inclusión conlleva una reorganización del Gabinete Psicopedagógico Municipal, que se va a hacer cargo a tiempo completo de los colegios Julio Quesada-Pilar Ruiz y Primo de Rivera. De esta forma todos los centros verán incrementado el tiempo de dedicación a la orientación escolar, y la atención al alumnado y a sus familias mejorará sustancialmente, según pronostican a nivel municipal.
Al hilo, en Crevillent aumenta la oferta existente en Formación Profesional ya que los dos institutos existentes en el municipio han puesto en marcha dos ciclos nuevos de FP. El IES Maciá Abela ha incorporado un nuevo ciclo formativo de Grado Medio de Imagen Personal: ‘Peluquería y Cosmética Capilar’. Y otro ciclo formativo de Grado Superior de Actividades Físicas y Deportivas: ‘Acondicionamiento Físico’. Mientras, el IES Canónigo Manchón ha puesto en marcha un FP de Grado Medio de Cuidados Auxiliares de Enfermería y un ciclo formativo de Grado Superior de Mecatrónica Industrial.
Desde la concejalía apuntan que a pesar de que las condiciones son «mucho mejores» este arranque de curso en relación a la situación epidemiológica, «sigue siendo necesario el mantenimiento de las distancias, el uso de las mascarillas y del gel hidroalcohólico, así como el máximo respeto a los horarios de entrada y salida establecidos en cada centro «imprescindibles para que los colegios vuelvan a ser espacios seguros», indican a nivel municipal.
