Familias de alumnos del instituto Canónigo Manchón de Crevillent se concentraron este viernes a las puertas del centro para reivindicar el pago de la deuda de 139.000 euros que la Conselleria de Educación sigue sin abonar para hacer frente a los gastos corrientes. «Sin recursos no hay enseñanza», «la conselleria de Educación no paga» o «1.000 alumnos olvidados» eran algunas de las pancartas que mostraron padres y madres del Ampa y del consejo escolar. Los progenitores exigían al conseller Vicent Marzà que de una vez por todas se pague la deuda que el centro arrastra desde 2020 y que según miembros de la comunidad educativa está complicando el funcionamiento del centro. Entienden que con esta falta de financiación «se está condenando al centro a encontrarse en números rojos»

El Ayuntamiento anunciaba esta semana que ya se ha abonado la mensualidad de julio de 2021 y estos días ingresarán lo correspondiente a agosto, aunque sigue pendiente el pago por todo el año anterior.

La situación es tan crítica, exponían las familias, que incluso colocaron una pancarta en la fachada del centro que lanza una pregunta a la ciudadanía y a la propia Generalitat: ¿podremos seguir abiertos?

Los asistentes leyeron un manifiesto preocupados por la falta de liquidez para hacer compras. De igual forma, resaltaron que el centro ha tenido que desplegar en el último año un «estricto plan de contingencia» para evitar contagios de coronavirus «que ha supuesto un gran gasto adicional, tanto en elementos fijos como en materiales desechables, para la seguridad sanitaria derivada de la pandemia».

Exponen que ante este supuesto no se les incrementó la dotación económica si no todo lo contrario, porque no se han abonado las mensualidades correspondientes y propias de la gestión ordinaria del centro. Al hilo, exponían que el centro, por indicación de la Inspección, ha gastado más de 37.000 euros que recibió del Ministerio de Educación para el despliegue de Proyectos Erasmus «y que, exclusivamente, debían destinarse a ese fin y que hemos de retomar sin que podamos financiarlos», criticaban.

Al hilo, reprobaban que la administración autonómica no haya respondido a los sendos escritos del centro por los que manifiestan su malestar por la dificultad para adquirir material didáctico y educativo, mantener instalaciones y edificios y poner en marcha en condiciones adecuadas los ciclos formativos.