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Casaca, fajín y mascarilla

Los Moros y Cristianos de Crevillent celebran las primeras fiestas de la provincia con las medidas anticovid

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Crevillent celebra el primer desfile de Moros y Cristianos en la provincia con mascarilla Matías Segarra

Las primeras fiestas de Moros y Cristianos en la provincia. Al ritmo de los pasodobles y marchas festeras, ayer tuvo lugar en Crevillent una Ofrenda Floral al patrón de la localidad, San Francisco de Asís, en la que participaron las 12 comparsas que conforman la Asociación de Fiestas de Moros y Cristianos. Vestidos con el traje de diana, los crevillentinos no dudaron en madrugar y vestir las calles del municipio alfombrero, como reza su himno «con unión y hermandad», respetando la distancia de seguridad de un metro y medio entre persona y filà. Así, por grupos de convivencia y núcleos familiares, comenzaron a desfilar a las 10:45 las seis comparsas del bando moro, partiendo desde la Plaza Chapí hacia la Iglesia de Nuestra Señora de Belén. Una vez lo hicieron estas huestes, las espadas tomaron el testigo a los alfanjes a las 12.15, capitaneados por la comparsa Almogávares, finalizando a las 13.30 horas. Pese a estar la mayoría de festeros vacunados, las circunstancias mandan y durante todo el recorrido la mascarilla fue obligatoria para quienes desfilaron y quienes se acercaron a verlos pasar.

Festeras por la calle Blasco Ibáñez, yendo hacia la plaza de la Constitución, portando la mascarilla y el ramo. Matías Segarra

Estando estos últimos de pie en la calle, al no haber instalado ni tribunas ni sillas por las restricciones sanitarias. El dispositivo de seguridad organizado contó con la colaboración de Cruz Roja, Protección Civil y Policía Local, controlando en todo momento que no hubiera aglomeraciones, como así sucedió. Ser los primeros Moros y Cristianos de la provincia no pasó desapercibido para el concejal de Fiestas y Turismo, Josep Candela, quien afirmó «que la fiesta salga a la calle no es solo un signo de recuperación sino un reencuentro con nuestra identidad que ha permanecido latente durante esta pandemia. Un esfuerzo entre Ayuntamiento y Asociación para salvar la incertidumbre de qué podríamos hacer. Y hoy podemos decir que somos los primeros Moros y Cristianos de interés turístico internacional que se celebran tras la emergencia sanitaria. Un símbolo de victoria de muchos y un recuerdo imborrable en memoria de los que no han podido llegar aquí.

La Festa y la vida se abren paso una vez más». Para Luis Manchón, presidente de la Asociación de Fiestas, «se trata de sacar la fiesta, la alegría y la música a la calle, impulsar la economía del municipio, como las floristerías y la hostelería. La gente se puso su traje de diana y disfrutó, aunque sea la mínima expresión de la fiesta, somos conscientes de que esta situación no ha terminado. Esta ofrenda será una antes y un después y ha servido para mirar al futuro con optimismo, seguir y avanzar». El júbilo se notó en los balcones que conforman el recorrido de la ofrenda. Saludos espontáneos, aplausos y deseos de poder celebrar en 2022 las fiestas patronales de Moros y Cristianos.

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