La nueva vida de Villa Adelaida, finca emblemática de Santa Pola

Las restauradoras empiezan a restañar las humedades de los enormes murales de la finca que heredó la villa marinera como paso previo a convertir su palacio en museo - El Ayuntamiento espera un informe para hacer jornadas de puertas abiertas

J. R. Esquinas

J. R. Esquinas

Muchos son los poetas que han descrito el hogar vacío como un lugar sombrío donde hasta las plantas se marchitan. Villa Adelaida, sin embargo, es uno de esos caserones con tanta historia y luz propia que ha llegado a convertirse en una de las construcciones más intrigantes para muchos vecinos de Santa Pola.

La finca de 1910 lleva desde 2015 sin ser habitada y desde esta semana el rumbo del inmueble ha dado un nuevo giro para que en el medio o largo plazo llegue a convertirse en museo. Hay que recordar que su propietaria, Maribel Pérez Ojeda, la dejó en herencia a la villa marinera tras fallecer con la condición de usar el enclave para fomentar el talento local como centro de las Artes, Ciencias y Letras.

Otro requisito es que el Ayuntamiento se hiciese cargo del mantenimiento del inmueble. Así las cosas, desde el lunes un equipo de restauradoras tratan de devolver la esencia original de los múltiples murales coloridos que inundan la casa, y que fueron obra de Shami Mendiratta, viudo de la ilustre profesora.

La mayoría de estos frescos han sufrido problemas de humedades ya que fueron pintados sobre las propias paredes de la vivienda, y partes externas como el pabellón de la piscina se encuentran más deterioradas al estar expuestas a la intemperie.

Marian Sempere, responsable de la Biblioteca Municipal, muestra a este diario la cantidad de frescos coloristas y figurativos con alegorías al mar, elementos vegetales, aves y figuras humanas.

Eva María Mendiola, restauradora coordinadora, reseña que los trabajos pueden durar unos siete meses. La profesional entiende que el reto con estas obras de arte contemporáneo está en saber actuar sobre cada superficie «porque están pintados sobre el muro, por lo que las patologías y degradación son diferentes a cualquier obra de arte clásico a restaurar, en una iglesia» señala.

Este proceso de recuperación va en la línea de otras actuaciones que se han realizado previamente, como la adecuación de jardines desde el 2018 con planes de empleo o con medios municipales, así como el arreglo de algunos elementos de la vivienda.

Como explica Marian Sempere, en estos momentos están pendientes de un último informe que autorice a hacer jornadas de puertas abiertas para grupos reducidos para calmar las ansias de muchos que quieren conocer la historia de la vivienda antes de que llegue el proyecto de musealización, aún por redactar.

Trini Ortiz, edil de Cultura, apunta que Villa Adelaida es uno de los proyectos estrella que maneja su concejalía para que sea un referente en Santa Pola o incluso de la provincia y que se convierta en sede de la cultura local.

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