La nueva contrata de socorrismo de Santa Pola contempla atención en las playas durante diez meses al año para mantener la seguridad en las principales riberas de la villa marinera. El Ayuntamiento tiene previsto sacar próximamente a licitación el nuevo servicio por 2.180.000 euros para que haya una cobertura asegurada en las playas por cuatro años.
Esta cifra viene a indicar que la inversión por cada año sería superior al medio millón de euros en comparación a los cerca de 380.000 euros por los que se licitó el contrato de cara al pasado verano, aunque es cierto que sólo cubría de junio a septiembre.
Esta nueva contrata no se aplicará en Semana Santa ya que para cubrir la temporada el equipo de gobierno ha recurrido a un contrato menor, para prestar este servicio del 9 de abril al 18 cuando se espera gran llegada de segundos residentes y turistas a la localidad. En cuanto al futuro servicio, permitirá tener socorrismo y salvamento de marzo a diciembre.
En la temporada estival, de junio a hasta la segunda semana de septiembre, habrá servicio en todas las playas. Las dos últimas semanas de este mes el servicio estará los fines de semana mientras que de octubre a diciembre el servicio se prestará en la playa de Levante.
Ángel Piedecausa, concejal de Playas, explica que «con este nuevo contrato se puede prever de manera ordenada el servicio de salvamento y socorrismo. Santa Pola sigue mejorando las condiciones y servicios en las playas orientada a seguir atrayendo a visitantes a vecinos a disfrutar de nuestra costa con seguridad», resalta.
Aunque todavía no quedan claros todos los detalles que traerá este servicio ampliado, ni el personal ni las mejoras que se dispondrán en cuanto a recursos técnicos, todo parece indicar que se mantendrán para verano algunos elementos que ya la temporada pasada fueron novedosos como la presencia de socorristas en la cala de La Ermita y Bancal de l’Arena, y se está estudiando que pueda haber un vigilante en la playa dels gossets para canes.
Por otro lado, el resto de calas tienen paneles SOS para dar aviso de una emergencia pulsando sólo un botón, un sistema que en principio se mantendrá. Se decidió este mecanismo para paliar el problema latente de cobertura en el Cabo que provocaba que muchos visitantes, en especial familias con niños o personas mayores, no terminasen de disfrutar del día de playa porque no había un sistema de seguridad que les aportase confianza para quedarse alejados del núcleo urbano.
