Si a través de la historia había quedado claro que Crevillent tenía una gran influencia árabe hoy ha quedado completamente acreditado cuando el municipio alfombrero se desplazó por unas horas a los jardines de Majorelle de Marrakech.

El boato de la comparsa Marroquíes hace varios guiños a ciudades como Marrakech. | MATÍAS SEGARRA

Las exuberantes plantas, las aves exóticas y coloridas danzas protagonizaron un boato que a más de uno le dio la vida. Y es que la comparsa Marroquíes cumplió la misión de devolver una vistosidad que la localidad llevaba dos años anhelando y más con claros guiños al pasado, acompasada del entusiasmo que pusieron cientos de festeros del bando de la media luna e innumerables bandas musicales de toda la provincia a través de sus alegres marchas.

Los comparsistas inundan de color las calles de Crevillent. | MATÍAS SEGARRA

Precisamente una parte central del boato se centró en la figura de Muhammad al-Shafra, médico herbolario crevillentino del siglo XIII que experimentó con el poder curativo de las plantas de Crevillent en la época.

Las danzas son una parte clave en el boato. | MATÍAS SEGARRA

Tal y como recuerdan desde Marroquíes, comparsa que ostenta la capitanía, su fama creció tanto que sus servicios fueron reclamados por nobles, políticos y personas de toda Al-Ándalus e incluso también por cristianos.

La capitanía opta por destacar las raíces locales y la sierra de Crevillent. | MATÍAS SEGARRA

Su buena labor profesional le llevó a ser reclamado desde el Sultanato Benimerín, el imperio bereber que dominaba la zona que en la actualidad es Marruecos. Tras vivir en diferentes lugares terminó instalado en Marrakech, donde además de usar el bisturí realizó un gran tratado de cirugía, libro considerado como uno de los manuales científicos más completo de la Medicina medieval.

Toda la devoción que los vecinos le tienen a esta figura quedó retratada recordando la flora de la sierra, sus jardines botánicos y sus enseñanzas, e incluso en algún momento llegaron voces de una princesa árabe que trasladó a los asistentes a un atardecer aromático y colorido.

Todo un cúmulo de estímulos con el paso de escuadras y filàs, y la danza para dar la bienvenida a Juan José Cánovas y María Teresa Moreno, Capitán y Gran Hurí, veteranos festeros quienes, exultantes encima de una carroza con fuente y arcos árabes y ataviados con vistosos trajes inspirados en la cordillera del Atlas y grandes ciudades marroquíes, se mostraron orgullosos de dar por cumplido uno de sus mejores sueños tras toda una vida juntos.

María Teresa ya había bebido de esta experiencia hace más de tres décadas a diferencia de Juan José, que además de estrenarse ha estado en las últimas semanas reservando energías tras sufrir un esguince días antes de su proclamación.

Varios espectáculos precedieron la llegada de los cargos como el de las bailarinas de la compañía Meygas que llenaron de telas las calles de Crevillent simulando estar inmersos en bazares o un mercado de especias, como planteó el ballet Alicia Montava.

Como la vida misma, tampoco faltó una representación de los sueños a través de la combinación de música y danza para retratar la luz, oscuridad, realidad y fantasía. En ese despertar musical también participaron músicos tocando el laúd árabe.

Alardo y Embajada

A partir de las 8.30 horas arrancará hoy el primer Alardo deArcabucería desde el Paseo del Calvario, que culminará pasadas las 10.30 horas en la Plaza de la Constitución.A las 17 horas será el segundo Alardo.

A las 18.30 horas será la Embajada al Rey Jaime I. Mañana, 4 de octubre, será el día grande con la Festividad de San Francisco de Asís, por lo que está programada la ofrenda por la mañana (10.30 horas) a la que le seguirá la misa al mediodía y la procesión, a las 20 horas, con la que se pondrá el broche a las fiestas de Moros y Cristianos.