La Guardia Civil y Cruz Roja rescatan en la bahía de Santa Pola a nueve ocupantes de una lancha tras quedar a la deriva por un fallo del motor. La embarcación estaba a una milla frente a la playa de El Pinet y entre los pasajeros había algunos con crisis de ansiedad ya que un golpe de mar hizo que el agua entrase en el casco del barco y el motor no funcionaba correctamente. A ello se le sumó el cambio extremo de las condiciones medioambientales, que pilló por sorpresa al patrón, lo que no hizo más que empeorar el regreso a puerto.
Los hechos ocurrieron el pasado 27 de septiembre, sobre las 18. 30 horas, cuando la Guardia Civil y la Cruz Roja tuvieron conocimiento de que una embarcación con 9 pasajeros se encontraba a la deriva con malas condiciones de la mar. Llegados al lugar, tanto la embarcación del Servicio Marítimo de la Guardia Civil, la patrullera Rio Oja, como la embarcación de Salvamento Marítimo de Cruz Roja, con base en Santa Pola, denominada LS-Naos, localizaron una lancha a la deriva, siendo de bandera polaca.
En la parte de la cubierta, se encontraban seis hombres, todos ellos de nacionalidad polaca excepto uno que era español, además de dos mujeres, también polacas. Al final la Guardia Civil y Cruz Roja lograron remolcar la embarcación al puerto de Santa Pola, poniendo a salvo a los pasajeros y al patrón de la embarcación.
Una vez en tierra, los agentes comprobaron que la embarcación únicamente portaba cuatro chalecos salvavidas, cuando debía portar uno por cada ocupante. Además, tampoco llevaba bengalas preceptivas para poder emitir señales de socorro, cuando son obligatorias portar tres bengalas al navegar por este tipo de zona costera.
Tras devolverle la embarcación al patrón, se le comunicó in situ que se daría cuenta de los hechos ocurridos y de las deficiencias halladas en la embarcación a Capitanía Marítima de Alicante.
Homologado
La Guardia Civil recuerda la importancia y necesidad de llevar siempre los chalecos salvavidas homologados para la totalidad de las personas embarcadas, así como de portar las bengalas necesarias para poder emitir las señales de socorro en caso de ser necesarias. Además, una buena planificación de la navegación antes de salir a surcar el mar, puede evitar que el cambio del estado de la mar nos pueda sorprender.
