Tras dos años con la esperanza puesta en que este sí era el momento, Crevillent consiguió hoy sacar en procesión a su patrón, San Francisco de Asís, para poner el broche a las celebraciones locales, y tras una jornada intensa que arrancó a primera hora de la mañana con la ofrenda.

Festeros de las doce comparsas portan al patrón, San Francisco de Asís, tras la salida desde la Parroquia de la Santísima Trinidad, ayer. | ANTONIO AMORÓS

Ya en 2021 las fiestas de Moros y Cristianos del municipio alfombrero fueron las primeras de la provincia de Alicante en realizar actos como este con medidas anticovid, lo que era síntoma de que se avistaba la recuperación.

Comitiva durante la procesión. | ANTONIO AMORÓS

Sin embargo, de lo que no había duda era de que estos límites iban a redundar en que vecinos y visitantes cogieran las fiestas con muchas ganas, hasta el punto de que la afluencia ha sido máxima estos días en las Entradas, Embajadas y los conciertos que programó el Ayuntamiento.

Se dejó ver por la mañana cuando las festeras de las doce comparsas, reinas, sultanas y bandas de música iniciaron un florido recorrido que, como viene siendo habitual, partió desde el parque Telmo Vela hasta la plaza de la Constitución para terminar agasajando al patrón con un completo mural de flores a las puertas de Nuestra Señora de Belén. En el recorrido, antes, también participaron ambos capitanes con filaes especiales.

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Ofrenda Floral en Crevillente Tony Sevilla

Llego el mediodía se ofició uno de los actos más especiales, que es la misa cantada, otro de esos encuentros que permanecen invariables para expresar la devoción. La Banda Unión Musical, el Orfeón Crevillentino y el Coro Voces Graves interpretaron varias composiciones musicales como el Himno a la Festa, bajo la dirección de Ramón Mas.

Tras cerca de dos intensas horas el oficio religioso terminó con el aplauso hacia los cargos, que se desplazaron a sus kábilas y cuartelillos para preparar la procesión popular.

Ya desde la parroquia de la Santísima Trinidad una docena de festeros con traje de diana, uno por comparsa, portaron la imagen del santo por múltiples calles de la localidad y entre un cortejo que se abría con cargos y autoridades locales.

Para muchos dar este paso de llevar al patrón era un sueño, mientras que para otros la jornada de ayer tenía algo de nostálgico, y conforme el sol iba cayendo iban siendo conscientes de que a partir de mañana Crevillent volverá a la calma y que la pólvora tardará mucho en volver a sentirse.

El castillo de fuegos artificiales, y la interpretación del Himno de la Festa, pondrán el broche a unos días que, esta vez, nada pudo interrumpir.