La Concejalía de Espacios Públicos del Ayuntamiento de Crevillent ha dado hoy sus explicaciones sobre la prohibición de aparcar en las calles Macha y Ángel, después de que ayer el PP criticara la pérdida de las plazas de aparcamiento que utilizaban más de 200 familias de la zona. El edil Marcelino Giménez confirma que la decisión se ha adoptado porque hace unos meses se detectó que un edificio de tres plantas de la zona tenía grietas muy visibles desde el exterior, por lo que se procedió a una inspección técnica para valorar la situación del edificio, tras lo que se declaró ruina inminente y los habitantes tuvieron que abandonar las viviendas. Además, por parte de la Oficina Técnica Municipal se instaló testigos y fisionómetros para medir la evolución de la estructura del edificio.

La zona de la calle Ángel donde se encuentra el edificio que amenaza con venirse abajo INFORMACIÓN

Tras notificar en diversas ocasiones a los vecinos y propietarios que debían efectuar el derrumbe, siguiendo las pautas y plazos administrativos y jurídicos necesarios, y después de recibir la negativa por parte de los propietarios, el Ayuntamiento ha iniciado el proceso de derribo de manera subsidiara. Momento en el que se valoró con los técnicos y profesionales de las diferentes áreas municipales ampliar las medidas a tomar para garantizar la seguridad de los viandantes y en el tránsito de vehículos.

"Al ser una calle de una única dirección, se ha inhabilitado el estacionamiento para permitir la circulación en ambos sentidos y que los vecinos puedan acceder con sus vehículos", explica el concejal

Al ser un edificio de tres plantas, con la peligrosidad que ello conlleva, es oportuno cortar la calle y habilitar que las calle Ángel y Macha sean de doble sentido para permitir la circulación en el resto de la vía. Entendemos que es una situación molesta para los vecinos y vecinas, ya que se han suprimido espacios de aparcamiento momentáneamente, pero tenemos claro que la seguridad de los peatones y de los vecinos es la prioridad”, señala el concejal.

Marcelino Giménez informa que desde el Ayuntamiento se está agilizando todo lo posible los trámites para poder derruir el edificio y que la zona pueda volver cuanto antes a la normalidad. En estos momentos el Ayuntamiento ha logrado la garantía jurídica para hacerse responsable de este proceso y ahora mismo se encuentra inmerso en la redacción del proyecto de derribo para garantizar que no sufran daños las viviendas que están cerca.

"Entendemos que es una situación molesta para los vecinos y vecinas, ya que se han suprimido espacios de aparcamiento momentáneamente, pero tenemos claro que la seguridad de los peatones y de los vecinos es la prioridad”, señala el concejal.

En cuanto a la sugerencia del edil del PP, Francisco Verdú, Giménez ha aclarado que por motivos de seguridad vial no se puede habilitar aparcamientos encima de las aceras. “Entendemos que, como cualquier obra, esta situación comporta molestias a los vecinos y vecinas, pero por encima de todo está la seguridad de los peatones. Debemos entender que es una situación excepcional y desde el Ayuntamiento se ha buscado la manera de proceder más segura y prudente. Los indicadores marcaban que en un año el edificio se ha deteriorado cada vez más y no podemos correr el riesgo de que ocurra alguna desgracia”, añade el edil.