El último Consejo de Ministros antes de las elecciones generales del próximo domingo ha anunciado las obras del tercer carril de la autovía A-7 por el sur de la provincia, desde el término municipal de Crevillent hasta el cruce Benferri-Orihuela; es decir, el tramo que recorre prácticamente todo el interior de la Vega Baja y que suma 17 kilómetros. La obra ha sido reclamada desde todos los ámbitos desde hace años por el enorme tráfico que soporta la vía.
El proyecto ha pasado por diversas alternativas, incluyendo la construcción por una empresa, en régimen de concesión, para que se hiciera cargo de la construcción desde Crevillent a Murcia, a cambio de un canon anual durante los 10 años que duraría el acuerdo, según se publicó en 2019 en el expediente de exposición pública del proyecto. Los anuncios sobre el futuro de la vía también han supuesto el que se anunciara todo el tercer carril en ambos sentidos hasta Murcia o, como ahora, que solo se ejecutaría en el sur de la provincia de Alicante. El Gobierno tenía un presupuesto de 8 millones de euros para este fin. Cuando se supo, la Cámara de Comercio cargó por la falta de inversión en infraestructuras por carretera claves en la provincia, entre las cuales estaba la circunvalación de Alicante, por ejemplo.
Necesidad
Desde que en 2008 se realizara el tercer carril entre Elche y Crevillent se venía hablando de la necesidad de realizar una obra similar para completar el sur de la provincia para, de este modo, mejorar la seguridad vial en un trazado que soporta el paso de más de 9.000 camiones a diario, según datos del Ministerio de Transportes, así como cerca de cincuenta mil vehículos.
A propuesta del Mitma
El acuerdo del Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), supone dar luz verde al contrato que "aumentará la capacidad de la autovía", dice el Gobierno en una nota. La Vega Baja y el Baix Vinalopó tendrán el privilegio de ser las únicas dos comarcas que cuenten con tres carriles en la provincia, lo que mejorará la conexión por carretera con la Capital de España, lo que era uno de los principales objetivos.
94 millones de euros
El valor estimado de esta actuación asciende a 94 millones de euros (IVA no incluido). El trazado de tres carriles nacerá en Crevillent justo en la intersección con la autopista AP-7 (Alicante–Cartagena) en Crevillent, hasta el acceso a Orihuela por la carretera CV-870, a lo largo de los 17 kilómetros del tramo.
El proyecto incluye, dice el Gobierno, la remodelación de los enlaces de Crevillent-Catral, Albatera-San Isidro, Granja de Rocamora-Cox, N-340 Redován y Orihuela-Benferri.
Mejoras en el túnel de Pilar de la Horadada de la autopista
El Consejo de Ministros, en su reunión de hoy y a propuesta del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), también ha aprobado un Real Decreto por el que se modifica la concesión de la del tramo Alicante-Cartagena de la autopista de peaje AP-7 para ejecutar de medidas de adecuación y de mejora de la eficiencia energética en túneles.
"Se trata de una modificación concesional que no conlleva ningún cambio ni en la cuantía de los peajes ni en la duración de la concesión, y está encaminada a mejorar la sostenibilidad y la seguridad del citado tramo de la autopista AP-7, a través de las siguientes actuaciones: Adecuación de los túneles existentes al Real Decreto 635/2006 y mejora de la eficiencia energética en los túneles", ha explicado el Gobierno en una nota de Prensa.
Para conseguir estos objetivos, se ha establecido un reparto de obligaciones entre Mitma, que asumirá la ejecución de las obras a través de la Dirección General de Carreteras, y la sociedad concesionaria, que se encargará de la redacción de los proyectos y de la conservación, mantenimiento y explotación de todos los nuevos elementos que se incorporan a la concesión.
Asimismo, cada parte asumirá los costes que resulten necesarios para cumplir sus obligaciones. Para ello, en lo que concierne al Mitma, se ha previsto que las actuaciones se financien preferentemente a través del Plan de Recuperación.
El Gobierno autoriza una inversión de más de 12 millones de euros para el control de la vegetación en vías de alta velocidad
El Consejo de Ministros ha autorizado al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) a licitar, a través de Adif, los servicios de control y eliminación de vegetación en vías de alta velocidad en explotación por un valor estimado de 12,2 millones de euros (IVA no incluido).
El contrato prevé actuaciones para mantener sin vegetación las zonas de banqueta y transición de la plataforma. De esta forma, se previenen los efectos nocivos que la vegetación puede provocar en la infraestructura, instalaciones ferroviarias y las circulaciones y se minimiza el riesgo de incendio en el perímetro de la vía.
El control de la vegetación en líneas de alta velocidad en explotación se realizará con tren herbicida, que abarca tanto la plataforma como cunetas y márgenes. Se utilizará en vías generales, ramales de conexión, vías de apartado y estaciones, a excepción de zonas de vía en placa, túneles y viaductos.
En estaciones, las actuaciones del tren herbicida se complementarán con selvicultura preventiva, que consiste en el desbroce y tratamiento herbicida de la vegetación en los márgenes de la vía.
Vigilancia y anticipación, claves para prevenir incendios
En materia de prevención, Adif pone en marcha anualmente el Plan de Prevención de Incendios, que se aplica en toda la red ferroviaria y se apoya en la colaboración con las operadoras ferroviarias, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y los servicios de extinción de incendios de las diferentes administraciones.
El Plan se refuerza durante el periodo estival y tiene como objetivo minimizar la posibilidad de incendios mediante la anticipación, la permanente vigilancia de la evolución de fenómenos meteorológicos adversos y la adecuada conservación de la infraestructura.
Además de las labores de limpieza de la vegetación en la vía y la zona de servidumbre, se mantiene una vigilancia especial en los trabajos de mantenimiento que puedan producir fuentes de ignición y se intensifica el control sobre los detectores de temperatura de los ejes de los trenes.
En el ámbito de las operadoras ferroviarias, se refuerza la vigilancia para el óptimo estado de los frenos de los trenes de mercancías, así como los motores de combustión de las locomotoras y autopropulsados con tracción diésel.
Estas actuaciones contribuyen a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) con los que está comprometido Mitma. En concreto, estos trabajos están relacionados con el 9 (Industria, Innovación e Infraestructura), que tiene entre sus metas el desarrollo de infraestructuras fiables, sostenibles, resilientes y de calidad.